Los espíritus malignos, responsables de enfermedades o calamidades fueron de distintas clases: lo que emanan de cavernas, rocas, hendiduras del suelo, quebradas, etc. se denominaron Sakhra-Nacca, los espíritus del viento, en especial los que se oyen en cavernas o hendiduras de la fierra, se llamaron Liske Uni-Nacca, los espíritus de las aguas de lagos, ríos, torrentes, llamados Naka-Nacca; los espíritus que emanan de ruinas o sepulturas, conocidos como Hintil-Shahra, los espíritus de niños muy tiernos que habitan en ciertas quebradas, denominados Uña-Guillis, etc.