Las personas y las organizaciones tienen una serie de valores, vicios, principios, actitudes, costumbres, formas de
comunicarse, etcétera, que se han ido conformando a lo largo de su historia y en los que además han influido factores como la ubicación geográfica, estilo de liderazgos pasados y presentes, edad, promedio prevaleciente y antigüedad de la empresa. En resumen, al conjunto de todos estos elementos positivos y negativos lo podemos denominar cultura organizacional
Productividad. La empresa es productiva si es eficaz y eficiente: alcanza sus objetivos a bajo costo.
Ausentismo. La empresa no puede alcanzar sus metas si las personas no se presentan a trabajar. Toda entidad debe considerar este aspecto, pues modifica sobremanera los costos.
Satisfacción en el trabajo. La recompensa que el trabajador recibe por su esfuerzo debe ser equilibrada para que esté conforme y convencido de que merece eso.
Variables a nivel individual. Son los valores, actitudes, personalidad y habilidades de cada trabajador, que influirán en su comportamiento laboral y pueden ser modificables por la empresa.
-
Edad. La edad siempre ha sido importante dentro de las organizaciones. Se piensa que las personas mayores producen menos; sin embargo, ellas tienen un punto a favor: poseen experiencia y difícilmente son remplazadas, además, tratan de conservar su empleo. Pero también es cierto que una persona mayor puede incurrir más en ausentismo, debido a que es más proclive a enfermarse.
Género. A pesar que las diferencias entre hombres y mujeres en la realización del trabajo son más reducidas que en otros tiempos, la mujer prefiere una labor que le permita combinar sus actividades. Además, según estudios, las mujeres tienen mayores índices de ausentismo debido a que están ligadas a responsabilidades de hogar y familia.
Estado civil. Se cree que el hombre casado es más responsable, falta poco y está más satisfecho con su trabajo, debido a que tiene una familia cuyos intereses debe proteger.
Antigüedad. La antigüedad dentro del trabajo marca la productividad de forma positiva: entre más tiempo tiene el individuo en la empresa más se perfecciona su actividad y está más satisfecho con lo que hace. No obstante, las empresas suelen evitar la antigüedad de sus trabajadores.
Habilidades. Son las capacidades para realizar diversas actividades. Varían de una a otra persona, por lo que se debe identificar y encontrar la mejor manera de canalizarlas y aplicarlas.
Habilidades intelectuales. Están referidas a las actividades mentales y pueden medirse a través de pruebas psicológicas.
Habilidades físicas. Son requerimientos necesarios para hacer tareas que demandan fuerza, vigor y destreza.
Personalidad. Es la forma como la persona se comporta con su entorno. Se va forjando a lo largo de la vida con base en varios factores: herencia, ambiente, primeros aprendizajes, crecimiento, cultura, grupos sociales que rodean al individuo, etcétera.