La discapacidad de una persona se concibe como una interacción dinámica entre los estados de salud (enfermedades, trastornos, lesiones, traumas, etc) y los factores contextuales que incluyen tanto factores personales (edad, sexo, nivel social) como factores ambientales, individuales (hogar, lugar de trabajo, colegio, etc) y sociales (normativa, cultura, comunidad, etc).