Si el bebé es menor de dos años, debes colocar su asiento al contrario del movimiento (es decir, no hacia el frente), abrochándole el cinturón y comprobando que no quede ninguna holgura de más de 3 cm de grosor. Una vez que el niño sea lo suficientemente grande, debe usar un asiento de adultos y un cinturón de seguridad regular; Asegúrate que el mismo le pasa sobre el pecho y el hombro (no por el cuello), y su parte inferior por las caderas (no por el estómago). A medida que vaya creciendo, es importante ser más diligente en mantener las puertas del coche cerradas, con los cierres de seguridad echados.