El cristianismo se extendió lentamente, hasta que finalmente fue adoptado oficialmente por el Imperio Romano, imponiéndose en Occidente el latín como lengua de la liturgia. El canto sacro se usó como instrumento de edificación y educación religiosa, y asume una función auxiliar para la oración. Las celebraciones religiosas de los primeros cristianos fueron poco a poco conformando un nuevo tipo de expresión musical austera, puramente vocal (se prohibía el uso de instrumentos musicales en los servicios religiosos) y monódica, esto es, a una sola voz (aunque podía ser interpretada coralmente).
-