La mayoría de los gerentes japoneses son reservados, callados, distantes, introspectivos y orientados hacia los demás; los gerentes estadounidenses, en cambio, son parlanchines, insensibles, impulsivos, directos y orientados hacia el individuo
A diferencia de los estadounidenses, los japoneses prefieren hacer negocios basados en las relaciones personales en vez del trato impersonal de una llamada telefónica o la correspondencia escrita
Los japoneses suelen permanecer callados en las reuniones durante largos periodos de tiempo e
incluso cierran los ojos cuando desean escuchar con más atención.
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