Cuenta con doce principios: autoridad, unidad de mando, disciplina, unidad de dirección, subordinación del interés general por el interés particular, remuneración del personal, centralización del poder y autoridad, jerarquía, orden, equidad y estabilidad del personal, iniciativa, unión del personal.
La teoría de Fayol es fundamental para el desarrollo del proceso administrativo, por cuanto interrelaciona la planeación, la organización, la dirección y el control de todas las actividades que implican relaciones humanas y tiempo.