Las relaciones sociales afectan a todos los ámbitos de la vida de las personas mayores, contribuyendo al desarrollo de hábitos sociales y a la configuración de su personalidad, pues tienen que desarrollar nuevos hábitos para hacer frente a las circunstancias sociales en que se mueven. Para los ancianos es muy importante la amistad (aunque se ve con más frecuencia en mujeres que en hombres), ya que se identifican más fácilmente con personas de su mismo rango de edad, estatus social, intereses, valores, etc.