A menudo, los obreros tienen problemas relacionados con el trabajo y no se dan cuenta de que esos problemas guardan una relación con su actividad laboral, sobre todo si una enfermedad profesional, por ejemplo, se encuentra en sus primeras fases. Además de los otros beneficios evidentes de la formación, como la adquisición de aptitudes, reconocimiento de los riesgos, etc., un programa exhaustivo de formación en cada lugar de trabajo ayudará a los trabajadores a
reconocer los signos/síntomas tempranos de las posibles enfermedades laborales antes de que se conviertan en crónicas
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