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Psicología Política, A su vez se compone por tres subescalas, Esto se…

- - - - Hoy día son frecuentes otro tipo de conductas con las cuales los ciudadanos expresan su actitud hacia asuntos políticos y sociales. (Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. 2012. p.88)
        
        Definición de la participación política
        
        Sabucedo (1996), (citado en Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. 2012), define “la participación política como «acciones intencionales, legales o no, desarrolladas por individuos y grupos con el objetivo de apoyar o cuestionar a cualquiera de los elementos que configuran el ámbito de lo político”. p.88
        
        Estaban centrados en un número limitado de acciones, centradas principalmente en aquellas vinculadas con el proceso electoral
        
        Barnes y Kaase, (1979); Milbrath, (1981), propusieron una clasificación de las acciones de participación
        
        Participación política convencional
        
        Participación política no convencional
        
        Evolución en la participación política
        
        De acuerdo a Bennett, (1997); Delli Carpini, 2000; Putnam, (2000). Describen que existe una crisis de participación política en Europa, por lo tanto, esta crisis participativa se manifiesta principalmente por el declive en los niveles de participación electoral y en general, menor participación en la política convencional, como la afiliación a partidos políticos. (Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. 2012. p.90)
    - - Estabilidad del voto
        
        Para Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. (2012), Uno de los aspectos destacados en torno a la conducta de voto es su estabilidad temporal, es decir, qué hace que los votantes de determinado partido político mantengan el voto hacia el mismo partido, independientemente de los comicios que se celebren. p. 87
      - Estabilidad partidista
        
        La identificación partidista se define como una vinculación psicológica entre un individuo y un partido político, que implica un sentimiento de pertenencia al partido como grupo de referencia. (Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. 2012. p.88),
  - - - La personalidad autoritaria condujo a la construcción de dos instrumentos para su medición las cuales son:
        
        Ambas escalas se orientaban a medir las tendencias antidemocráticas individuales.
        
        Escala E
        
        según Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. (2012) "La escala E se encarga de evaluar el prejuicio sin que las personas evaluadas fuesen capaces de detectar este objetivo de investigación" p.77
        
        Escala F
        
        Esta se encarga de evaluar las tendencias antidemocráticas implícitas o de propensión hacia el fascismo. Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. 2012, p. 77)
        
        Esta escala se componía por nueve subescalas, que forman lo que Adorno et al. denominaron síndrome autoritario o la estructura existente en la persona que la hace vulnerable a la propaganda antidemocrática y la lleva a mostrar un conformismo excesivamente rígido
      - Altemeyer (1996), desarrolló una escala orientada a medir el autoritarismo de derechas, por ende, debe de entenderse com o sumisión a las normas endogrupales, a la autoridad y rechazo de todo aquello que se aparte del orden establecido. (Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. 2012. p. 79)
        
        Para Altemeyer (1996), la Escala RWA evalúa tres tipos de actitudes las cuales son las siguientes
        
        Sumisión autoritaria
        
        Agresión autoritaria
        
        Convencionalismo
      - Procesos duales e ideología política
        
        Para Pratto et al, 1994; Sidanius y Pratto, (1999), (como se citó en Arias. A, Morales. J, Novillas. E, & Martínez. J. 2012) “La investigación ha mostrado claramente que tanto SDO como RWA son potentes predictores de las actitudes y conductas intergrupales y sociopolíticas, entre las cuales cabe citar el prejuicio y la orientación política” p. 84