Antibióticos profilácticos
La Profilaxis antibiótica es la utilización de un fármaco para prevenir infecciones o controlarlas. Aun cuando se usen técnicas estériles, los procedimientos quirúrgicos pueden introducir bacterias y otros microorganismos en la sangre, los que pueden colonizar e infectar varias partes del cuerpo.
son medicamentos antibacterianos que se administran con el objetivo de prevenir infecciones en los enfermos en quienes se identifica la posibilidad o el riesgo de que sufran esta complicación.
En las intervenciones clasificadas como heridas limpias, los cirujanos no administran antibióticos profilácticos. Mientras que en las operaciones limpias contaminadas los antibióticos profilácticos se utilizan para la profilaxis de las intervenciones gástrica, biliar, transuretral, histerectomías y cesáreas; en la operación colorrectal es obligatorio utilizarlos, al igual que en las intervenciones especializadas o de larga duración.
El antibiótico se selecciona según su espectro antibacteriano, farmacocinética, toxicidad, frecuencia de reacciones adversas que pueda ocasionar, posibilidad de alcanzar buenas concentraciones con una sola dosis y costo. Los fármacos más usados son las cefalosporinas, seguidas por las bencilpenicilinas, la ampicilina y las tetraciclinas. Después de seleccionar el antibiótico, el factor determinante de la efectividad de la profilaxis depende del momento en que se administra el medicamento y del tiempo que se mantiene. Casi todos los autores coinciden en que se debe administrar el antibiótico seleccionado una hora antes del procedimiento quirúrgico y no justifican prolongar su uso más de 24 a 48 horas, pues esto aumenta el costo sin incrementar la efectividad