En lo personal creo que es increíble que estén proponiendo no solo combatir la corrupción mediante sanciones y castigos, sino también desde la educación, y más allá solo de la moralidad, sino desde la formación cívica, ética, la integridad, los derechos humanos. Es necesario que desde temprana edad se les enseñe a los niños sobre corrupción, sobre sus derechos políticos, sobre el efecto que ellos pueden tener en la sociedad y sobre todo, que les enseñemos a participar en la toma de decisiones, a participar activamente en la política, a hacer valer su voz y su opinión.