Ahora bien, si no es así, el resultado obtenido para calcular el costo de las materias primas consumidas no es razonable y, por lo tanto, los impuestos y la ganancia neta no son los que debieran ser. Es de común ocurrencia que las diferencias en inventarios, cuando no se detecten oportunamente, sean ajustadas contra el «costo de ventas», cuenta que se convierte en receptora de todos los desatinos administrativos de los inventarios dado que, si estos no son sometidos a conteos físicos periódicos totales o por muestreo, menos se pueden asignar las responsabilidades y, por lo tanto, ni la cuenta de inventarios contable es real ni tampoco los datos que arroja el kárdex. Es decir, casi nunca las cuentas de inventarios y del «costo de ventas» son revisadas, conciliadas y ajustadas. Por otro lado, el procedimiento de obtener el costo de las materias primas por juego de inventarios desestima la verdadera utilidad de diseñar, implementar e implantar una herramienta en Excel o un sistema de costeo armonizado contablemente, seguramente debido a que este tipo de herramientas exige una administración financiera, administrativa y operativa eficiente, pues de lo que se trata es de costear la materia prima directa mediante la ficha técnica de cada producto o referencia, la requisición de materiales y las órdenes de producción.