Durante la guerra de agresión de la mayor potencia imperial de nuestros tiempos, entre 1959 y 1975, EE.UU arrojó casi ocho millones de toneladas de explosivos, triplicando los usados en la Segunda Guerra Mundial, y destruyó más de 3.000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales. Participaron 2.5 millones de soldados Imperialistas, de los cuales unos 58.000 fallecieron y más de cinco millones de hombres, mujeres y niños vietnamitas fueron asesinados.