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EL INVERSOR DE INTELIGENTE - Coggle Diagram
EL INVERSOR DE INTELIGENTE
Un siglo de historia del mercado de valores
La cartera de acciones del inversor representará una pequeña sección transversal de esa inmensa y formidable institución conocida como mercado de valores.
Para analizar se ha utilizado dos indices
El primero representa una combinación de un primer estudio realizado por la Comisión Cowles y que se remonta a 1870, estudio que se ha conectado con, y que ha proseguido hasta la fecha en, el conocido índice compuesto Standard & Poor's de 500 acciones.
La primera va desde 1900 a 1924, y muestra durante la mayor parte una serie de ciclos de mercado bastante similares que duran entre tres y cinco años.
El progreso anual de este período alcanzó una
media de sólo el 3%, más o menos.
Después pasamos al mercado alcista de la Nueva Era, que culmina en 1929, con sus terribles consecuencias de colapso del mercado,
Si comparamos el nivel medio de 1949 con el de 1924, descubriremos que la tasa anual de progreso fue de un mero 1,5%; por lo tanto al cierre de este segundo período el público en general no sentía ningún entusiasmo por las acciones ordinarias.
El segundo es el aún más afamado Dow Jones Industrial Average (DJIA, o Dow) que se remonta a 1897; está compuesto por 30 empresas, de las cuales una es la American Telephone & Telegraph y las otras 29 son grandes empresas industriales.
Las cifras relativas a la década completa equilibran las fluctuaciones de año a año, eliminando los, dientes de sierra, y arrojan una imagen general de crecimiento persistente.
Únicamente dos de las nueve décadas después de la primera muestran una reducción de las ganancias y de los precios medios (en 1891-1900 y en 1931-1940), y en ninguna década después de 1900 se observa un descenso de los dividendos medios. Sin embargo, los tipos de crecimiento de las tres categorías son bastante variables.
El registro de la variación de las cotizaciones debe ser complementado con las correspondientes cifras de ganancias y dividendos, para poder ofrecer una panorámica general de lo que ha ocurrido en nuestra economía de acciones durante las diez décadas.
En cada una de nuestras ediciones anteriores hemos debatido sobre el nivel del mercado de valores en el momento de redacción, y nos hemos dedicado a dar respuesta a la pregunta de si era demasiado elevado para adquisiciones conservadoras.
El nivel del mercado de valores a principios de 1972
Teniendo ante nuestros ojos el resumen de las acciones, cotizaciones, beneficios y dividendos de todo un siglo, tratemos de extraer algunas conclusiones sobre el nivel 900 en el que se encuentra el DJIA y el nivel 100 en el que se encuentra el índice compuesto S&P en enero de 1972.
Al lector le puede resultar instructivo revisar
las conclusiones a las que llegamos en estas ocasiones anteriores.
Al lector le puede resultar instructivo revisar
las conclusiones a las que llegamos en estas ocasiones anteriores.
No es en
todos los casos un ejercicio de autoflagelación.
Política de cartera general: El inversor defensivo
Las características básicas de una cartera de inversión suelen venir determinadas habitualmente por la situación y las características del propietario o los propietarios.
En un extremo hemos tenido a las cajas de ahorros, las compañías de seguros de vida y los denominados fondos fiduciarios legales.
En el otro extremo tenemos a los empresarios adinerados y expertos, que incluirán en su lista de valor cualquier tipo de obligación o acción siempre y cuando consideren que construye una oportunidad de compra atractiva.
Asumir RIESGOS
El tipo de rendimiento que el inversor debería tratar de alcanzar es más o menos proporcional al nivel de riesgo que está dispuesto a correr.
El tipo de rendimiento que se debe tratar de alcanzar debería depender, al contrario, de la cantidad de esfuerzo inteligente que el inversor está dispuesto a, y es capaz de, aportar a esta tarea.
El rendimiento mínimo corresponderá al inversor pasivo, que desee tanto seguridad como falta de esfuerzo y preocupación.
El rendimiento máximo será obtenido por el inversor alerta y emprendedor que ponga en juego la máxima inteligencia y capacidad.
El problema básico del reparto entre obligaciones y acciones
La política debe adoptar el inversor defensivo
Debería dividir sus fondos entre las obligaciones de máxima categoría y las acciones ordinarias también de máxima categoría.
Nunca debe tener menos del 25% ni más del 75% de sus fondos en acciones ordinarias
Cuando Incrementar el porcentaje de acciones ordinarias
El motivo más sensato para incrementar el porcentaje de acciones ordinarias sería la aparición de niveles de precio de ocasión que se producen en un prolongado período bajista de mercado.
La decisión que adopte el inversor respecto al reparto al 50% entre acciones y obligaciones o su opción por una proporción inferior en acciones bien puede basarse principalmente en su temperamento y actitud.
El componente de obligaciones
La elección de emisiones en el elemento de obligaciones de la
cartera del inversor acabará girando en torno a dos cuestiones principales.
¿Debe comprar obligaciones sujetas a tributación u obligaciones exentas de tributación, y debe comprar instrumentos con vencimientos a corto plazo o a más largo plazo?
La decisión sobre las cuestiones tributarias deberá basarse principalmente en cálculos aritméticos, que girasen en torno a las diferencias de rentabilidades y que estableciesen las relaciones entre esas referencias y los tipos tributarios aplicables al inversor
Es evidente que una mayor proporción de inversores individuales obtendrían una mayor rentabilidad después de impuestos con unas obligaciones exentas de tributación que con las obligaciones sujetas a tributación, suponiendo a ambas una buena calidad equivalente.
Tipos importantes de obligaciones
Bonos de Ahorro de EEUU de Series EyH
Los intereses de los bonos de serie H se liquidan semestralmente, como ocurre con otros tipos de obligaciones.
Los intereses de los bonos de serie E no se desembolsan, sino que se devengan a favor del tenedor mediante un incremento de su valor de rescate.
Los intereses de estos bonos están sujetos al impuesto de la renta federal, pero están exentos de los impuestos de la renta estatales.
No obstante, el impuesto de la renta federal sobre los bonos de serie E se puede abonar, a elección del tenedor, anualmente a medida que se vayan devengando los intereses (por medio de un mayor valor de rescate) o pueden ser diferidos hasta que se disponga realmente del bono.
Otras obligaciones públicas de EEUU
Existen muchas otras obligaciones públicas de Estados Unidos, con una amplia gama de tipos de interés y fechas de vencimiento.
Todas ellas son completamente seguras respecto del pago de intereses y del principal. Están sujetas al impuesto de la renta federal
Obligaciones estatales y municipales
Estos instrumentos disfrutan de exención del impuesto de la renta federal.
Obligaciones de Empresa
Estas obligaciones están
sujetas tanto a impuestos federales como estatales