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CONTRA EL ENEMIGO COMÚN - Coggle Diagram
CONTRA EL ENEMIGO COMÚN
Cuando en enero de 1939 se preguntó a los norteamericanos quién querrían que fuera el vencedor, si estallaba un enfrentamiento entre Alemania y la Unión Soviética, el 83 por 100 afirmó que prefería la victoria soviética.
España era una parte periférica de Europa y desde hacía mucho tiempo su historia había seguido un rumbo diferente de la del resto del continente.
Los comunistas no trataron de establecer regímenes revolucionarios, excepto en las zonas de los Balcanes dominadas por la guerrilla.
A medida que avanzaba la década de 1930 era cada vez más patente que lo que estaba en juego no era sólo el equilibrio de poder entre las nacion-esestado que constituían el sistema internacional.
La frontera no separaba al capitalismo y al comunismo, sino lo que el siglo xix habría llamado «progreso» y «reacción», con la salvedad de que esos términos ya no eran apropiados.
Fue una guerra internacional porque suscitó el mismo tipo de respuestas en la mayor parte de los países occidentales, y fue una guerra civil porque en todas las sociedades se registró el enfrentamiento entre las fuerzas pro y antifascistas.
Para los vencedores, la segunda guerra mundial no fue sólo una lucha por la victoria militar sino, incluso en Gran Bretaña y Estados Unidos, para conseguir una sociedad mejor.
En los países occidentales, las consecuencias sociales y económicas de la guerra y la liberación no fueron muy distintas, aunque sí lo era la coyuntura política.
Los generales españoles que comenzaron a planear cuidadosamente un golpe después de las elecciones .El golpe de los generales del 18 de julio de 1936 triunfó en algunas ciudades y encontró una encarnizada resistencia por parte de la población y de las fuerzas leales en otras.
Los liberales bien intencionados, anticlericales y masónicos al estilo decimonónico propio de los países latinos, que reemplazaron en el poder a los Borbones mediante una revolución pacífica en 1931.
Hubo otro factor que transformó la política nacional en un conflicto internacional: la debilidad cada vez más espectacular de las democracias liberales.
La popularidad de la URSS y la resistencia a criticar lo que allí ocurría se explica principalmente por su actitud de enérgica oposición a la Alemania nazi, tan diferente de la postura vacilante de Occidente.
Los comunistas participaron en los movimientos de resistencia no sólo porque la estructura del «partido de vanguardia» de Lenin había sido pensada para conseguir unos cuadros disciplinados y desinteresados, cuyo objetivo era la acción eficiente.
Dos rasgos adicionales, su internacionalismo y la convicción apasionada con la que dedicaban sus vidas a la causa ayudaron a los comunistas a alcanzar una poáición preeminente en la resistencia.
El punto de vista soviético era que la política de la posguerra tenía que seguir desarrollándose en el marco de la alianza antifascista global
La decisión de Stalin: que no plantearemos la cuestión del socialismo de forma que ponga en peligro o debilite ... la unidad
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Ambos renunciaron al enfrentamiento abierto, garantizando así que la guerra fría nunca llegaría a ser una guerra caliente
la izquierda occidental había desarrollado la teoría y las políticas antiimperialistas y que los movimientos de liberación colonial fueron apoyados fundamentalmente por la izquierda internacional.
Los gobiernos capitalistas tenían la convicción de que sólo el intervencionismo económico podía impedir que se reprodujera la catástrofe económica del período de entreguerras y evitar el peligro político que podía entrañar que la población se radicalizara hasta el punto de abrazar el comunismo, como un día había apoyado a Hitler
El principal atractivo del fascismo europeo le había deparado un importante apoyo entre las clases adineradas conservadoras, aunque la adhesión del gran capital se basó siempre en motivos pragmáticos más que en razones de principio
A pesar de sus conflictos de intereses, que resurgirían después de la guerra, el antifascismo de los países occidentales desarrollados y el antiimperialismo de sus colonias convergieron hacia lo que ambos veían como un futuro de transformación social en la posguerra