SEIS MEDITACIONES DE DESCARTES

Segunda meditación

Primera meditación

dudar

el espíritu

supone que ninguna cosa de cuya existencia tenga la más mínima duda existe,

reconoce ser absolutamente imposible que el mismo sin embargo no exista.

distingue fácilmente aquello que le pertenece a el

propongo las razones por las cuales podemos dudar en general de todas las cosas,

en particular de las cosas materiales

al menos mientras nos tengamos otros fundamentos de las ciencias que los hemos tenido hasta el presente.

nos libera de toda suerte de prejuicios, y nos prepara un camino muy fácil para acostumbrar a nuestro espíritu a separarse de los sentidos

hace que ya no podamos tener duda alguna respecto de aquello que más adelante descubramos como verdadero.

Cuarta meditación

En la cuarta queda probado que todas las cosas que conocemos muy clara y distintamente son verdaderas

a la vez se explica en qué consiste la naturaleza del error o falsedad

lo que debe saberse, tanto para confirmar las verdades precedentes como para mejor entender las que siguen.

Pero debe notarse, sin embargo, que en modo alguno trato en ese lugar del pecado, es decir, del error que se comete en la persecución del bien y el mal.

Tercera meditacion

me parece haber explicado bastante por lo extenso

el principal argumento del que me sirvo para probar la existencia de Dios.

Quinta meditación

además de explicarse la naturaleza corpórea en general, vuelve a demostrarse la existencia de Dios con nuevas razones,

las dificultades, que se resolverán después en las respuestas a las objeciones que me han dirigido;

se muestra cómo es verdad que la certeza misma de las demostraciones geométricas depende del conocimiento de Dios.

Sexta meditación

distingo el acto del entendimiento del de la imaginación

describiendo las señales de esa distinción

Muestro que el alma del hombre es realmente distinta del cuerpo, estando, sin embargo, tan estrechamente unida a él,

que junto con él forma como una sola cosa.