Los herpes orales forman ampollas en los labios, alrededor de la boca y, a veces, dentro de la boca. Las ampollas se convierten en úlceras, que hacen que comer resulte doloroso. Están llenas de un líquido sobre el que se forma una costra, antes de secarse y desaparecer.
A veces, el virus causa enrojecimiento e inflamación de las encías, fiebre, molestias musculares, una sensación de malestar general y ganglios linfáticos del cuello inflamados.