La velocidad del movimiento es una característica que también puede considerarse, pudiendo ser sumamente abrupta o increíblemente lenta, como en el caso de la reptación, que es en realidad la manera más usual en que se dan los procesos gravitacionales, mucho más graduales, viéndose detonados usualmente por la expansión y contracción alternantes del material de superficie por congelación y deshielo o humectación y sequedad, pudiendo ser en realidad la inclinación de estructuras como cercas o tendido eléctrico las maneras de observarlo; o la solifluxión, que es similar a la reptación, solo que se da por encima del permafrost debido a la fundición parcial del hielo y nieve lo que ocasiona el lento descenso de material ladera abajo, pudiendo moverse en una serie de lóbulos bien definidos o una serie de pliegues que se solapan en parte