"No recibía interés, no recibía directamente interés, como decís. Pero fijaos bien lo que hizo. Labán y el habían tomado el acuerdo que de todos los recentales listados y moteados fueran para Jacob, en concepto de salario. Cuando al final del otoño los machos ardorosos buscaban a las hembras y la obra de generación se efectuaba entre los lanudos seres, el astuto pastor se proveía de algunas cortezas de árboles, y mientras verificaban el acto de la reproducción las presentaba a las ovejas lascivas, que concebían en aquel momento, y en la época de parir daban a luz corderos de diversos colores, que pasaban a poder de Jacob. Esta era una manera de prosperar, y fue bendecida su ganancia, pues la ganancia es una bendición que no se roba."