Es difícil calcular el numero de esclavos introducidos sin licencia o de contrabando, y segundo, porque las licencias comenzaron a darse por "piezas de indias", lo que equivalia a una unidad de trabajo, en decir, un esclavo varón, joven y sano. Mientras que mujeres, niños o ancianos, se contabilizaba a efectos mercantiles y fiscales como una fracción de pieza.
Las estimaciones más fiables señalan que hasta 1810 llegaron a la América española cerca de un millón de esclavos negros y otro dos millones y medio a Brasil.