En 1978, el epidemiólogo Thomas McKeown, propulsor de esta explicación, puso en entredicho la importancia que se atribuía anteriormente a dos factores: la terapéutica médica, tecnología que él consideraba ineficaz para el momento en que ocurrieron los cambios, y la exposición a riesgos ambientales, cuyo control solo podría considerarse efectivo desde principios del siglo XX, con la aplicación de medidas de higiene y saneamiento.