Observar alteraciones en la superficie del cuerpo o en un área en específico comprende la búsqueda de signos como: caída de cabello, falta de brillo, uñas cóncavas, manchas en la piel, disminución de la tonalidad de la piel, dermatitis, despigmentación, alteraciones en los labios, cambio de color en la lengua, encías inflamadas o sangrantes, dientes manchados, falta de piezas, erosión del esmalte dental, caries, edema, desgaste muscular, bocio o disminución de reflejos.
Se trata de una observación profunda, para evaluar forma, textura y tamaño.
-
El observador debe mirar detenidamente a la persona, haciendo uso del sentido de la vista, el olfato, oído y tacto.
Se debe observar al paciente desde el momento en que entra al consultorio o bien, si está hospitalizado, el nutriólogo deberá ir a inspeccionarlo.