En las víctimas de violencia se ha encontrado una variedad de síntomas:
Depresión, ansiedad, trastorno del sueño, trastorno por estrés postraumático, trastornos de la conducta alimentaria, intento de suicidio, abuso de alcohol, drogas y psicofármacos. Así como miedo, aislamiento social, baja autoestima, irritabilidad, labilidad emocional