Aunque a nadie se le ocurriría construir un edificio sin planos, cantdad de empresas en nuestro entorno todavía creen que pueden desarrollar un programa (algo mucho más complejo que un edificio) sin análisis, ni diseño, ni modelo de desarrollo. Como consecuencia, se obtienen sistemas llenos de errores, difíciles de mantener, inestables y costosos, que rápidamente pasan a ser inmanejables, siendo desechados después de pocos años, con lo cual se debe construir un nuevo sistema, que invariablemente es desarrollado con la misma actitud poco profesional que el primero, presentando sus mismos defectos y repitiendo este círculo vicioso.