Impulsa los tratados por el Canal de Panamá con Estados Unidos, posteriormente conocidos como Torrijos-Carter, los cuales fueron firmados el 7 de septiembre de 1977 y por medio de los cuales se legalizan las bases militares en el país y se establece a perpetuidad la neutralidad del Canal de Panamá, pero estableciendo como fecha definitiva para la devolución del canal el 31 de diciembre de 1999.
Para que los tratados fueran aprobados por el Senado de los Estados Unidos, Panamá se ve en la necesidad de adoptar una apertura democrática, lo que se reflejó en la legalización de los partidos políticos, en una relativa liberalización periodística y en el regreso de varios exiliados políticos. Sin embargo, a los tratados se opuso gran parte de la población, pues no eran más que otra versión de los llamados "tratados tres en uno" o Robles-Johnson, rechazados por Panamá en 1965 precisamente porque, entre otras cosas, legalizaban la presencia de Estados Unidos en el territorio panameño.[cita requerida] Los disturbios que siguieron dejaron como saldo el asesinato del dirigente estudiantil Jorge Camacho (miembro del FER-29) dentro de los predios de la Universidad de Panamá y la inmolación en Suecia de Leopoldo Aragón2 además de varias personas encarceladas tras recibir agresiones públicamente por parte de la Guardia Nacional. Finalmente los tratados fueron aprobados por la mayoría del pueblo panameño y ratificados por ambos países.