En general, podemos definir una población como un conjunto de objetos con propiedades comunes. Sin embargo, el que tengan propiedades comunes no restringe la posibilidad de que exista variación entre tales objetos, lo cual hace que el concepto general de población tenga un carácter relativo: si todos los objetos son diferentes, agruparlos en una población requiere que definamos un conjunto de atributos, desde un punto de vista particular, y que encontremos atributos comunes que hagan que un grupo aparentemente disperso de objetos forme parte de un mismo conjunto. Decimos entonces que una población es un conjunto de objetos (llamados individuos) que es homogéneo con respecto a los atributos comunes que hemos definido de antemano.