Metodológicas: Partir de lo concreto; en matemáticas, por ejemplo, utilizar objetos reales como tapas, bolitas, etc., aunque también son muy efectivos los materiales didácticos mencionados anteriormente. Luego, pasar a lo semiconcreto (dibujos), para llegar a lo abstracto. Para la lecto-escritura, utilizar métodos multisensoriales, es decir, que requieran más de un sentido, programas en CD (Abrapalabra, Conejito lector, Pipo aprende a leer, etc.) o software educativo como Proyecto Fressa. Mediación adicional del docente en aquellas tareas en las que el estudiante requiera más ayuda, como en las pruebas; Programar actividades que permitan la experimentación (manipulación); Para que el estudiante con discapacidad intelectual internalice los contenidos, es necesaria mucha práctica y repetición; En las tareas, dar instrucciones sencillas y utilizar un vocabulario accesible, apoyo simbólico y visual.