España ha buscado desarrollar una dependencia energética basada en las energías renovables con una estrategia clara.
Desde hace muchas décadas inició un proceso de transformación basada en la ciencia y el conocimiento, en conjunto con una estrategia de desarrollo industrial, transfirió ese desarrollo industrial a a las empresas para que funcionaran como catalizador de la economía y a su vez, estas mismas lograran enfocar los beneficios en zonas rurales que no habían sido favorecidas con los avances tecnológicos.
Aunque los combustibles fósiles generan el 65% de las emisiones de gas invernadero el reto complementario es sustituir al 80% del total de energía que representa en el sistema energético mundial.
En comparación con el Plan Nacional de Desarrollo en México, este proyecto lleva décadas de adelanto de desarrollo de tecnología nacional en España, es decir, el adelanto tecnológico es abismal, pero el gobierno logró sincronizar los intereses de las empresas con los objetivos del gobierno, cosa que no esta sucediendo en México.
Los convenios internacionales que tiene firmados México lo compromete para poder desplegar una estrategia nacional que beneficie a la nación por encima de los intereses de empresas trasnacionales.
Y por otro lado, actualmente España está presentando un alza en los precios de la Luz que no se habían presentado anteriormente. El panorama es confuso debido a que, por un lado, España había presentado avances en su proceso de dependencia energética desde hace décadas, pero en la actualidad esta enfrentando una crisis en los precios de la energía une consume o genera.