Tras haber creído salir de la órbita de los Duques aragoneses En esta tercera etapa, que comienza con la primera despedida de los Duques, asistimos a la progresiva desquijotización de Don Quijote, que se manifiesta en un proceso implacable que va desde la duda de su vocación de caballero andante, pasando por la defensa de la autenticidad literaria tanto de sí mismo y de Sancho, en cuanto personajes, como de su autor, hasta la proclamación solemne y perentoria de su propio error y del error en que ha inducido a Sancho.