Escuelas y construcción de acervos: libros de calidad para la primera infancia
Los buenos libros cuentan, explican, narran, proponen, buscan la mejor manera de comunicarse con sus lectores.
El contenido del texto y la forma de organizarlo
son centrales en un buen libro
Un buen libro para niños es un libro bien escrito, inteligentemente planeado y desarrollado; bellamente diseñado, sensiblemente ilustrado.
Los buenos libros para los más pequeños son literarios pero también son libros informativos.
Una escuela y un espacio de atención a la primera infancia idealmente contaría con muchos y diversos libros, de variados formatos y temáticas.
Una biblioteca rica ofrecería a cada lector oportunidades para ser y volver a ser conmovido, tocado por obras,
historias, ideas, propuestas gráficas.
Los buenos libros y los espacios de atención infantil están al servicio de los niños.
“El niño pequeño esta siempre en movimiento y cuando se apodera de un libro con frecuencia lo abandona rápido, pero al momento siguiente, quiere retomarlo.
Al leer libros elaborados para ellos, particularmente esta innovación cultural llamada libro álbum, “los niños no sólo aprenden a leer, sino que al mismo tiempo aprenden qué es la lectura” (Lewis, 2005, p.98).
Cada libro ofrece a un pequeño lector, a los niños más grandes o a los adultos que les acompañan multiplicidad de opciones para ser leídas, vistas, revisitadas.
Acervos, colecciones, agrupaciones de libros refieren la multiplicidad de libros, que deben ser, siempre, pensados
en plural.
Bibliodiversidad es la categoría que da cuenta de ello.
Para que los lectores disfruten de estos materiales y comprometan en ellos su atención y su emoción debemos asegurar que estos libros sean de calidad, Bibliodiversidad y calidad son los dos requisitos básicos en la construcción de bibliotecas para la primera infancia.
Un reto fundamental de la escuela y de los espacios de cuidado infantil es “poner en contacto a bebes y a niños muy pequeños con los libros; libros como objetos para la mirada, para hojear y tocar, libros cuyo contenido cobra vida gracias a profesionales que los aman, que también aman a los niños y que son capaces de maravillarse ante el gusto que los libros provocan en
los niños.”
Los profesionales que atienen a los niños son generalmente seducidos por los buenos libros.
trata de ofrecer a los niños más pequeños ambientes ricos en oportunidades culturales a través de libros y lectura y, para que estas experiencias ocurran, es fundamental una buena selección.
Primera infancia, entornos nutridos y desarrollo del lenguaje
Dos las razones para argumentar la importancia de nutrir los entornos infantiles con buenos libros que los niños usarán
Contar con buenos libros nos permitirá observar a los niños en actuación, permitirá reconocer intereses y gustos y alimentará una revisión
permanente de la intervención cultural que en materia de cultura escrita nos planteamos.
La segunda razón parte del convencimiento de que ofrecer recursos de encuentros y
conversaciones a través de los libros favorece el desarrollo del lenguaje y del pensamiento.
Singer (2013) sostiene la importancia de construir entornos ricos que les ofrezcan un espectro
de posibilidades de actuación y la posibilidad de observar leyendo a otras personas a las que deseen imitar
La biblioteca es el sitio ideal para construir nuevos y enriquecidos entornos que abonen el camino de la literacidad.
Estos ambientes ricos permiten reconocer qué necesitan y
que les interesa a los niños, observarlos espontáneamente actuar en ellos enriquece nuestro conocimiento y orienta nuestra intervención.
Un ambiente rico, nos dice Singer, contribuye para que los más pequeños:
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,
• Realicen de forma vicaria o a través de otros acciones como leer, comentar, reaccionar frente a un libro y, aprendan a reconocer estados emocionales a través de los contenidos de los
libros.
• Reconozcan el uso que otras personas les dan
• Prueben sus distintos usos
• Aprendan a reconocer los objetos culturales, el libro es uno de ellos,
Construir estos entornos son una condición para una intervención cultural que puede ser vista
como inversión cultural que favorece el desarrollo e impacta positivamente en la escolaridad, Romero (2009, p. 43) afirma estar demostrado que:
“La atención integral a las personas en sus primeros años de vida, incluyendo salud,
nutrición, protección y cuidados, puede incidir de manera significativa en su longevidad.
La preparación a través de procesos educativos formales y no formales basados
en la estimulación, el juego, el arte, el desarrollo de la creatividad en los primeros años de vida de las personas, incide de manera crucial en el éxito o fracaso escolar
posterior.
El nivel de vida implica acceso a más oportunidades desde los primeros años de
edad, lo que significa mayores oportunidades futuras de inserción laboral y, por ende, más ingresos y mejor calidad de vida.
La inversión en primera infancia es por ello crucial, ya que produce efectos en el desarrollo humano, pero también
en el desarrollo económico, político y social de una nación.”
René Diatkine: “También los padres que sufren de situaciones difíciles se ven conmovidos
por este interés inesperado y en su momento toman los libros en sus manos.” (en Bonnafé 2008, p.20).
La importancia de hacer de la biblioteca un espacio
significativo para los niños y los adultos que les acompañan, ofreciéndole una amplia variedad de libros de calidad que estén a su alcance.
A través de los libros los niños no sólo se acercan a su contenido sino a la forma de expresarlo.
En las etapas iniciales de desarrollo cognitivo, afectivo y lingüístico de los infantes, ofrecer libros
de calidad a los niños y a sus padres.
“Los niños expuestos a libros infantiles tendrían más oportunidades para aprender palabras nuevas que aquellos
que sólo están expuestos a conversaciones, por elevado que sea el lenguaje de los adultos que emiten esas conversaciones.” (p.321).
Libros desde la perspectiva de los niños
Es la mirada infantil, la reflexión infantil, la inteligencia infantil la que está detrás de un buen libro para niños.
Garralón (2013), afirma que: “Los libros sugieren que hay otras formas de ver la vida, y se burlan de ideas vigentes apelando al niño imaginativo y rebelde.
La literatura infantil de calidad lucha contra la idea de que el mundo del niño es cándido y simple, y da cabida a
temores, angustias, deseos insatisfechos, pulsiones íntimas como celos, sueños de hacerse mayor o volver a ser pequeño.
El joven lector puede identificarse con historias que le
aportan una cierta tranquilidad que los adultos no pueden transmitirle, pues en ocasiones son estos mismos adultos el origen de los conflictos.
Muchas buenas historias para niños les ofrecen la oportunidad de aprender a ser empáticos,
de colocarse en el lugar de otras personas, en otros lugares y de aprender a descubrir el significado de comprometerse emocionalmente al descentrarse de sí mismos.
Libros informativos
Materiales que ofrecen a los niños más preguntas que respuestas para alimentar su natural curiosidad sobre el funcionamiento del mundo, de las cosas, de las personas.
Temas diversos a tratar en estos libros, para situar el contenido, comparto con ustedes las categorías que la Secretaría de Educación Pública en México elaboró: Naturaleza; El cuerpo; Los números y las formas; Los objetos y su funcionamiento; Las personas; Las
historias del pasado; Los lugares, la tierra y el espacio; Las artes y los oficios; Los juegos, actividades y experimentos; Las palabras.
Su principal intención es divulgar un tema, cualquier tema, no hay de hecho un tema que estos libros no puedan contar.
Son libros que buscan mostrar los distintos procesos científico y diversas aproximaciones disciplinarias, científicas, a los distintos objetos de conocimiento.
A través de los libros informativos los niños son expuestos a diferentes formas de lenguaje porque ellos “argumentan, exponen, comparan y establecen analogías, describen hechos, requieren en ocasiones el uso del glosario, utilizan un lenguaje técnico, a veces sobrio y gustan de la precisión.” (Garralón, 2013a, p.23).
Estos libros “han sido pensados y desarrollados por expertos, tienen una coherencia tanto en el contenido como en el tema y han sido expresamente escritos para ser comprendidos.”
“El libro informativo se compone, por lo general,
de un texto y una serie de imágenes.
El texto se presenta variado en tipografía, con una
disposición espacial fragmentaria que alterna títulos con subtítulos e informaciones de interés con otras más anecdóticas.
Se incluyen también muchos elementos como índices temáticos o analíticos, bibliografía, glosarios y apéndices.
“Suelen utilizar la tipografía para discriminar los niveles de lectura: el título, el párrafo
introductorio al tema, los párrafos con letra más pequeña, los textos que explican las imágenes.”
Un libro informativo ofrece distintas posibilidades de orden
de lectura.
“Leer un libro informativo no se puede plantear en general, como una lectura de principio a fin y de izquierda a derecha.
Libros literarios
Su principal intención es contar.
El niño decide lo que la historia le
dice.” (Paterson, 2006, p.13).
“La literatura es un mar sin orillas, mar abierto
sin límites, en el que se entra para quedar a merced de los vientos, donde cada ocasión es diferente, donde no hay ley, donde zarpar implica el riesgo de no poder regresar al puerto.”
Los libros literarios para los más pequeños son generalmente libros ilustrados y las ilustraciones de esos libros cuentan también lo que el texto cuenta.
En un libro ilustrado las ilustraciones son acordes al texto y
contribuyen a iluminar, amplificar, ejemplificar, extender este texto. (cfr. Doonan, 2005, p.47)
Libro álbum
“Un libro-álbum, a diferencia de un libro ilustrado, es concebido como una unidad.
Conforma una totalidad integrada por todas y cada una de sus partes –portada, guardas, tipografía,imágenes- diseñadas como una secuencia cuyas relaciones internas son cruciales para la comprensión del libro.” (Marantz, 2005, p.19).
“Estos libros presentan al lector una sucesión de imágenes algunas acompañadas de texto escrito, otras sin texto- que en conjunto proveen una experiencia estética más fuerte que la de las partes por separado.” (Kiefer, 2005, p.74)
“El libro-álbum es una categoría inevitablemente plural que siempre exige el manejo de dos
niveles diferentes de significado: el verbal o textual y el pictórico o icónico.
Los dos lenguajes o sistemas de notación son mutuamente relativos.” (Lewis, 2005, p.97).
MAYRA MONSERRAT ALVARADO JIMÉNEZ
N.L. 3 3°1 LEPRI