La idea de partida es que hay respuestas que son incompatibles entre sí, esto es, que no se pueden dar al mismo tiempo (ansiedad y relajación, por ejemplo). Esta técnica consiste en asociar al estímulo ansiógeno una respuesta antagónica a la ansiedad, la más usual es la relajación, que se induce a través de un ejercicio de relajación muscular progresiva de Jacobson (Jacobson, 1938