La teoría de los actos de habla fue propuesta por los filósofos Austin y Searle . Esta teoría surge como reacción a lo que Austin denomina `falacia descriptiva', que consiste en pretender que toda oración declarativa debe poder considerarse como verdadera o falsa. Austin arma que hay muchas oraciones declarativas que no describen, cuentan o arman nada y de las cuales no es pertinente decir que son verdaderas o falsas. La producción de estas oraciones constituye una acción en sí misma, una acción que no puede ser descrita simplemente como decir algo.
Tanto Austin como Searle arman que existe un número limitado de verbos con los cuales podemos referirnos a la acción que realizamos con una expresión y, por lo tanto, existe un número finito de actos de habla, que se pueden clasificar en cinco grandes grupos: directivos (ej. ordeno, sugiero), compromisorios (ej. prometo, me comprometo), representativos (ej. armo), declarativos (ej. declaro, acuso) y expresivos (ej. creo,
siento) (cf. Searle [35]).