3.1 Diferentes enfoques teóricos-metodológicos en torno a la noción de discurso
1 Introducción
3 El discurso como sistema :
5 Notas Finales
2 El discurso como acción
4 El discurso como información
Ofrecer una visión general pero a la
vez esclaracedora de los distintos enfoques desde los cuales se ha analizado el discurso oral y escrito.
- El discurso como una forma de acción social, como un medio que los hablantes tienen a su disposición para actuar sobre los demás y conseguir sus propósitos.
- El discurso como el resultado de la aplicación no sólo de reglas fonológicas, gramaticales y léxicas sino tambien de otros tipos de reglas
relacionadas con la interacción social. - El discurso como un medio de transmisión de información y conocimientos, que permite a los hablantes reflexionar sobre la realidad
2.1 Forma y función
2.2 Los actos de habla
3.2 El análisis retórico
3.3 La estructura conversacional
3.1 Sistema y ritual
en la conversación
4.2 Tópico discursivo
4.3 Información y conocimientos
4.1 Unidades de información
El enfoque del discurso como acción tiene en los conceptos de función y acto de habla sus herramientas más importantes. Desde el punto de vista del discurso como sistema encontramos unos principios del sistema y principios del ritual que organizan el proceso de comunicación tanto desde un punto de vista mecánico como social. Al mismo tiempo, podemos también descubrir
la existencia de un sistema en la organización interna del discurso, bien sea apelando a la noción de género o bien a las categorías analíticas propuestas por la Escuela de Birmingham para describir el discurso interactivo. Tomando el enfoque del discurso como información podemos hablar de unidades informativas y unidades temáticas, que los hablantes reconocen e indican, así como de la existencia de una serie de fenómenos inferenciales a
través de los cuales se suministra y recibe mucha más información de la que contiene literalmente el discurso.
Intenta describir y explicar la capacidad de un hablante de producir un número infinito de oraciones a partir de un número finito de reglas, desde la filosofía del lenguaje se ha intentado
comprender cómo un número infinito de oraciones sirve para expresar un número finito de funciones. La justificación de esto debe buscarse en el hecho de que el contexto tiene un papel esencial en la interpretación de cualquier expresión verbal real.
Firth sienta las bases del concepto de función, en el que se basarán los trabajos de lingüistas como Halliday y Hudson o filósofos como Austin o Searle, anteriormente mencionados.
- Si el significado de los elementos lingüísticos depende del contexto cultural, es necesario establecer un conjunto de categorías que relacionen el material lingüístico con el contexto cultural.
- La idea de que el signicado es función en contexto, requiere una definición formal para que pueda ser utilizada como principio teórico; cualquier elemento, desde el más grande al más pequeño, debe poder describirse en estos términos.
Las funciones ideacional, interpersonal y textual deben considerarse como macro-funciones del sistema del lenguaje; son las funciones que Halliday concibe como universales. Además de éstas, el lenguaje sirve a los hablantes para llevar a cabo una serie de micro-funciones como pedir cosas, ordenar, agradecer, etc. Este tipo de funciones son las que han sido objeto de un análisis detallado dentro de la `teoría de los actos de habla' que se desarrolla en el siguiente apartado.
La teoría de los actos de habla fue propuesta por los filósofos Austin y Searle . Esta teoría surge como reacción a lo que Austin denomina `falacia descriptiva', que consiste en pretender que toda oración declarativa debe poder considerarse como verdadera o falsa. Austin arma que hay muchas oraciones declarativas que no describen, cuentan o arman nada y de las cuales no es pertinente decir que son verdaderas o falsas. La producción de estas oraciones constituye una acción en sí misma, una acción que no puede ser descrita simplemente como decir algo.
Tanto Austin como Searle arman que existe un número limitado de verbos con los cuales podemos referirnos a la acción que realizamos con una expresión y, por lo tanto, existe un número finito de actos de habla, que se pueden clasificar en cinco grandes grupos: directivos (ej. ordeno, sugiero), compromisorios (ej. prometo, me comprometo), representativos (ej. armo), declarativos (ej. declaro, acuso) y expresivos (ej. creo,
siento) (cf. Searle [35]).
Una diferencia básica entre la descripción de la oración y la descripción del discurso en unidades más pequeñas es que mientras que la primera puede ser descrita en términos de unidades formales, de tipo gramatical y léxico, el segundo debe ser descrito a partir de unidades funcionales.
La asignación de una función a un segmento del discurso depende de dos tipos de restricciones: la situación y la posición. La primera se refiere al conjunto de factores relevantes del contexto, las convenciones sociales y los conocimientos compartidos por los participantes. La posición se reere a lugar que ocupa un segmento en relación a otros segmentos que lo preceden
y siguen.
El modelo distingue las siguientes unidades:
- Acto (`act'): segmento mínimo de discurso con una función interactiva determinada.
- Movimiento (
move'): acto o conjunto de
acts' realizados por un participante hasta que otro participante interviene para tomar la palabra. - Intercambio (`exchange'): secuencia de movimientos que mantienen una relación especial de dependencia (por ejemplo, pregunta-respuesta) y que se repite a lo largo del discurso.
- Transaccion (`transaction'): secuencia de intercambios que están relacionados por ser parte de un mismo tema o actividad. Esta secuencia está delimitada por una serie de marcadores específicos como bien, vamos a ver, bueno.
- Lección (`lesson'): Secuencia de una o más transacciones que incluye toda la actividad verbal desde el momento en que los participantes entran en contacto hasta que se separan.
La utilidad de este modelo, que nació para describir el discurso pedagógico, ha sido demostrada por otros investigadores en la descripción del discurso dramático, (cf. Burton [8]), conversacional (cf. Roulet et al. [31]), terapéutico
(cf. Labov & Fanshel [22]) y en la descripción del discurso monológico (cf. Montgomery [30]).
El análisis retórico se centra básicamente en el estudio del discurso monológico y tiene dos vertientes principales: el análisis en géneros, según la función primordial de un texto, y las relaciones entre las oraciones de un texto
Una narración se caracteriza
por incluir los siguientes componentes:
- Orientación, en la que se sitúa el contexto espacio-temporal de los hechos contados y se introducen los personajes.
- Problema, el cual impide al héroe alcanzar su objetivo.
- Resolución, que muestra cómo el héroe se enfrenta al problema.
- Coda, en la que se muestra la situación una vez restablecida.
- Evaluación, que consiste en una serie de comentarios a través de los cuales el narrador explica el signicado de la narración para su audiencia.
Los dos factores clave de este tipo de texto son: (i) la presencia de una serie de instrucciones acompañadas del propósito por el cual debe llevarse a cabo cada una de ellas y (ii) el orden cronológico en que estas instrucciones deben presentarse a
fin de mostrar el desarrollo lógico de este proceso y obtener los resultados deseados.
Goffman establece
entre principios del sistema (system constraints') y principios del ritual (
ritual constraints'). El primer tipo se refiere a aquellos principios que requiere cualquier sistema de comunicación, y el segundo tipo está relacionado con los principios de carácter social que hacen de la comunicación una forma de interacción social aceptable.
Goffman propone una serie de principios del sistema que, según él, aparecen en cualquier clase de comunicación humana. De ellos podemos destacar cinco por la frecuencia en que han sido tratados por los analistas del discurso: (i) señales de obertura y cierre del canal, (ii) señales fáticas, (iii) señales de transición de turno de palabra, (iv) señales de requerimiento de turno de
palabra, y (v) principio de cooperación de Grice.
Básicamente, estos lingüistas proponen que en la oración la información se estructura en dos partes: tema y rema. El tema
se define como El respeto de la oración, lo que se dice sobre el tema, constituye el rema. El tema también puede definirse como aquella información que se considera conocidan(given information') bien porque se deduce del contexto, bien porque ha sido mencionada anteriormente. El rema incorpora la información que el hablante considera que no es conocida por el destinatario (
new information').
En el caso de la expresión hablada, la unidad informativa coincide con el grupo entonacional, el cual se define por tener una estructura entonacional o ritmo característicos, con un número limitado de variaciones, y fácilmente reconocible por los hablantes.
En vista de la complejidad de un tratamiento analítico del tópico discursivo, Brown y Yule [6] proponen el concepto de marco temático (topic framework'), en el que se incluyen aquellos aspectos del contexto en que se produce y recibe el texto, y que son activados mediante signos lingüísticos.
Para estos autores el marco temático de un texto incluye (i) una serie de objetos caracterizados por unas cualidades específicas, (ii) unas acciones que los relacionan y (iii) unas circunstancias en que esas acciones tienen lugar. Los aspectos del contexto activados por un texto no dependen sólo de su mención
explícita sino también del conjunto de presuposiciones e inferencias que el receptor del texto es capaz de realizar a partir de la presencia de unos elementos lingüísticos determinados, así como del ámbito discursivo (
discourse domain') en el que el texto se incluye.
La construcción del tópico discursivo puede entenderse, pues, como la progresiva activación de distintos aspectos del contexto textual mediante la inclusión de una serie de indicios formales que el productor del texto va desplegando. Desde este punto de vista puede ser interesante analizar qué tipo de elementos formales utiliza el productor del texto para progresar en la activación de estos aspectos y conseguir crear un armazón basado en estructuras o unidades temáticas claramente diferenciadas.
Significados distintos del literal podemos considerar los siguientes tipos:
- Conocimientos sobre las convenciones que gobiernan el uso de unas expresiones en ocasiones específicas y para unos propósitos específicos.
- Conocimiento sobre principios conversacionales.
- Conocimientos sobre el mundo.
La capacidad de razonamiento lógico del hablante a partir de la presencia de ciertas expresiones se refleja en tres tipos de fenómenos que en la literatura sobre pragmática se conocen como presuposición (presupposition'), consecuencia lógica (
entailment') e implicatura convencional (`conventional
implicature'). La presuposición se reere a aquel conocimiento que un hablante considera que es compartido con el destinatario de su mensaje y que, por lo tanto, se activa sin necesidad de ser mencionado explícitamente.
La diferencia entre la implicatura convencional y la consecuencia lógica radica precisamente en el hecho de que con la primera se indican relaciones semánticas sin ninguna relación lógica (en sentido estricto) a priori
A pesar de sus numerosas aplicaciones al análisis del discurso (cf. Coulthard [10]), la teoría de los actos de habla deja algunas cuestiones por resolver (cf. Hatch [19]):
- Los rasgos formales de un enunciado no permiten siempre averiguar la función que un hablante le asigna (como, por ejemplo, en el caso de los actos de habla indirectos) sin tomar en consideración el contexto. Un acto de habla puede tener funciones superpuestas ya que el hablante puede tener más de una intención en mente.
- No está claro cómo cada uno de los grandes tipos de actos se organiza en `subactos'. Así, por ejemplo, no se especica si entre los subactos de pregunta, petición, súplica, exigencia y orden, incluidos dentro de la categoría de directivos, existe una organización jerárquica o simplementencada uno consituye una rama del acto general.
- El tercer problema está relacionado con el hecho de que si el análisis de un acto de habla se realiza a nivel de enunciado, no contribuye a explicarnos la estructura del discurso y si ésta ejerce alguna influencia en lo que se reere a la presencia de ciertos actos de habla y a la forma que éstos adoptan.
Goffman considera que existen también unos principios del ritual que interactúan con los primeros. Este segundo tipo de principios son los que se encargan de que la comunicación se adapte
a una serie de pautas de comportamiento social y, consiguientmente, difieren según el contexto social en el que tiene lugar la comunicación. Desde este punto de vista, las interacciones comunicativas se asemejan a un ritual y, por
lo tanto, están altamente estructuradas. Cada individuo se presenta en la interacción con una imagen (face') determinada y durante el transcurso de la interacción irá negociando con el resto de los participantes el mantenimiento o cambio de esa imagen.
Goffman sugiere que todo ser humano, a lo largo del proceso de convertirse en adulto, debe aprender una serie de convenciones sociales relacionadas con la presentación de uno mismo (
presentation of self' o `face') y la presentación del otro. Un aspecto básico de la presentación de uno mismo consiste en
proyectar una imagen de modestia y, a la vez, de competencia. En cuanto a la presentación del otro debemos permitir que nuestro interlocutor también pueda proyectar esa imagen.
En la expresión escrita el hablante debe servirse de otros recursos distintos al sistema fonológico de la lengua para segmentar el discurso en unidades de información. En este caso parece que la unidad estructural básica es la oración. En cuanto a la distinción entre información nueva e información conocida, la expresión escrita se sirve de la estructura sintáctica.
El principio según el cual la información nueva tiende a aparecer al final de la unidad de información supone una rigidez que en el discurso oral se evita mediante el desplazamiento de la sílaba tónica sin alterar el orden de los elementos oracionales.
Discurso oral:
(a) Pedro envió esta CARTA
(b) PEDRO envió esta carta (no Juan)
Discurso escrito:
(a) Pedro envió esta CARTA
(b) Esta carta fue enviada por PEDRO
(c) Fue PEDRO quien envió esta carta (no Juan)
(d) Lo que Pedro envió fue esta CARTA (no este paquete)
El principio de cortesía también puede ser infringido deliberadamente para comunicar un significado suplementario. Si tomamos la situación anterior entre profesor y alumno, la misma petición puede tomar la forma del enunciado siguiente: Te ordeno que vayas a buscar tiza. este caso se trata de una orden expresada de una forma directa y violando la máxima de no imposición del principio de cortesía. Una inferencia probable
que podemos hacer a partir del hecho de que el mismo profesor que antes había adoptado una fórmula indirecta ahora utiliza una forma directa de ordenar es que el profesor está enfadado por algún motivo.
El tercer tipo de conocimientos que nos permite inferir u significado distinto al literal se basa en nuestra experiencia de la realidad. Se trata de unos conocimientos socio-culturales que todo hablante adquiere progresivamente a lo largo del proceso de convertirse en adulto.