Entre las características formales de la sufijación no apreciativa se encuentran algunas de naturaleza fónica, como el carácter tónico de los sufijos -salvo los sufijos nominalizadores -a, -e y -o--, que conlleva el desplazamiento del acento de la base al afijo (rabia > rabioso; tozudo > tozudez). Estos ejemplos ilustran también el fenómeno de la cancelación vocálica, por el cual se pierde la vocal atona final de la base ante un sufijo gue comience por vocal (rabia + -oso> rabi-oso, to- zudo + -ez > tozud-ez). Destaca igualmente el alto grado de alomorfia gue se da en la sufijacion, según se observa en series como -dor (ganar > ganador), -tor (producir >
productor) y -or (desertar > desertor).