Produce dificultad en la masticación, disartria o dificultad para hablar y disfagia o dificultad para deglutir. Cuando la lengua protruye, se desvía hacia el lado afectado y hay atrofia de la hemilengua del lado afectado. El daño del nervio hipogloso puede ser secundario a traumatismos, lesiones, accidente cerebrovascular, esclerosis lateral amiotrófica, o infecciones del tronco del encéfalo.