Jesús siendo agente de viajes, le cuenta al joven de sus experiencias de vida. Le habla acerca de los muchos viajes que realizó junto a sus discípulos, y las muchas personas que conoció en aquel entonces. Por ello, él compende la alegría que le provoca al muchacho salir de su país. Sin embargo, le propone algo mejor: embarcarse en el viaje del perdón, la confianza y el amor a Dios, siendo estas actitudes la única ruta real hacia el Paraíso.