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Estructura retórica argumentación Agamenón y Aquiles, canto I Maria…
Estructura retórica argumentación
Agamenón y Aquiles, canto I
Maria Paula Bolivar
Guerra de Troya
Recompensas/botines de guerra
¿Merece Agamenón una nueva recompensa?
Agamenón
Merezco otra recompensa porque sería injusto que fuera el único argivo sin una.
Es injusto que un argivo se quede sin una recompensa, especialmente porque se llevan lo que le había correspondido.
“Pero preparadme pronto otra recompensa, para que no sea yo el único argivo que sin ella se quede; lo cual no parecería decoroso. Ved todos que se va a otra parte la que me había correspondido” (115).
“Pues, si los magnánimos aqueos me dan otra conforme a mi deseo para que sea equivalente…” (135).
Agamenón es más poderoso que Aquiles y nadie debería compararse a si mismo con un rey.
“...me llevaré a Briseida, la de hermosas mejillas, tu recompensa, para que sepas bien cuánto más poderoso soy yo y otro tema decir que es mi igual y compararse conmigo” (184).
Aquiles merece que le quiten su recompensa.
“Me eres más odioso que ningún otro de los reyes, alumnos de Zeus, porque siempre te han gustado las riñas, luchas y peleas. Si es grande tu fuerza, un dios te la dio” (175).
“...este hombre quiere sobreponerse a todos los demás; a todos quiere dominar, a todos gobernar, a todos dar órdenes que alguien, creo, se negará a obedecer. Si los sempiterno dioses le hicieron belicoso, ¿le permiten por esto proferir injurias?” (287).
Aquiles
Agamenón no merece otra recompensa porque no es conveniente y además no lucha por ella.
No hay más recompensas y es muy complicado volver a repartirlas.
“No sabemos que existan en parte alguna cosas de la comunidad, pues las del saqueo de las ciudades están repartidas, y no es conveniente obligar a los hombres a que nuevamente las junten” (124).
Agamenón no ha luchado y tenido una victoria que haga que se merezca otra recompensa.
“...aunque la parte más pesada de la impetuosa guerra la sostienen mis manos, tu recompensa, al hacerse el reparto, es mucho mayor” (165).
“Jamás te atreviste a tomar las armas con la gente del pueblo para combatir, ni a ponerte en emboscada con los más valientes aqueos; ambas cosas te parecen la muerte” (226).
Aquiles merece a Briseida más que Agamenón por su aporte en la guerra.
“Jamás el botín que obtengo iguala al tuyo cuando estos entran a saco una populosa ciudad de los troyanos… yo vuelvo a mis naves, teniéndola pequeña, aunque grata, después de haberme cansado en el combate” (163).
Si Agamenón se lleva a Briseida, Aquiles se irá de la guerra. Si Aquiles se va de la guerra, los aqueos estarán destinados a perder.
“Algún día los aqueos todos echarán de menos a Aquileo, y tu, aunque te aflijas, no podrás socorrerles cuando muchos sucumban y perezcan a manos de Hector, matador de hombres. Entonces desgarraras tu corazón, pesaroso por no haber honrado al mejor de los aqueos” (230).
Sería más fácil darle a Agamenón riquezas que otra recompensa.
“Entrega ahora esa joven al dios, y los aqueos te pagaremos el triple o el cuádruple, si Zeus nos permite algún día tomar la bien murada ciudad de Troya” (126).