Si el paciente sobrevive a la fase crítica, ocurre una reabsorción gradual de líquido del compartimiento extravascular, refleja: Mejoría del bienestar general, retorno del apetito, desaparición de los síntomas gastrointestinales, estabilización hemodinámica, recuperación de la diuresis, estabilización del hematocrito, recuperación del recuento plaquetario