Según Cayotopa. (2012), enfatiza que la región Lambayeque es una región privilegiada porque aparte de tener un potencial arqueológico, que es el imán central de su turismo, tiene también su gastronomía, sus playas, sus fiestas y costumbres que se pueden ver a lo largo del año en Eten, Monsefú, Mórrope, Íllimo, Pítipo, entre otros pueblos.