Please enable JavaScript.
Coggle requires JavaScript to display documents.
Isabel Díaz Portillo capitulo 9 y 10 - Coggle Diagram
Isabel Díaz Portillo
capitulo 9 y 10
transferencia
hasta 1935 Freud se ocupó del tema
fenómeno
ubicuo
el mayor obstáculo y el aliado más poderoso de la labor
analítica en el descubrimiento de lo reprimido
Las transferencias negativa y erótica se erigen en resistencias de transferencia y su represión puede conducir al acting out
Algunos consideran que la transferencia primaria se dirige al terapeuta
Grinberg, L.; Langer, M. y Rodrigué, E. (1957)
campo psicológico dentro del cual, el paciente actualiza la totalidad de sus situaciones internas y externas
O'Donnell, P. (1977)
deslizamiento del grupo interno sobre el externo, no provocado, pero sí incentivado por el contexto terapéutico
Transferencia y contratransferencia son mecanismos
normales de adaptación y regulación.
Bach, G. R. (1979)
desplazamiento
causas inmediatas cuando los pacientes se frustran en la interacción y atacan al terapeuta
transferencia
contacto interpersonal en el que los individuos intentan satisfacer ciertas necesidades a través de objetos inapropiados
Alonso, A. y Rutan, S. (1984)
transferencia como residuo del fracaso del ambiente maternal
siguen a winnicot
Tuttman, S. (1993)
la necesidad de conseguir atención a través de berrinches y del deseo de destruir a quien interfiere con la satisfacción de las necesidades narcisistas
Grot-jahn, M. (1977)
afirma que en los grupos existen situaciones transferenciales, pero no neurosis de transferencia
Yalom, I. (1995)
la transferencia es sólo una de las muchas dis torsiones perceptuales paratáxicas de los pacientes
Scheidlinger, S. (1979)
El grupo no es una pantalla, sino un teatro circular para la proyección transferencia
Slavson, S. R. (1953) y O'Donnell
consideran que, en los grupos, la transferencia no se estabiliza en niveles tan regresivos y es menos intensa que en el análisis individual,
Foulkes, S. H. (1975) y Foulkes, S. H. y Anthony, E. J. (1957)
el lugar adecuado para analizar una neurosis de transferencia es el psicoanálisis individual
el grupo análisis no se dirige, primordialmente, a la resolución de los conflictos infantiles en transferencia, sino a hacer consciente el trasfondo inconsciente de los problemas de ajuste actual
Kadis, A. (et al., 1969)
los enlaces transferenciales son tan intensos en el grupo como en la terapia individual
Bejarano, A. (1972)
transferencia múltiple se refiere a la transferencia de varias personas sobre el terapeuta y a la de los pacientes entre sí.
Los tres objetos transferenciales en el interior del grupo son: el monitor (transferencia central); los otros participantes (transferencias laterales) y el grupo como tal (transferencia al grupo)
El objeto bueno se proyecta, en ocasiones, al mundo
externo
Los primeros líderes son los primeros hijos que se atreven a rebelarse
El monitor se percibe como objeto bueno (incluso idealizado) al igual que el mundo externo (transferencia positiva o ambivalente)
En la defensa maníaca, la transferencia positiva va hacia los objetos interiores al grupo y la negativa al mundo externo
En la defensa histérica los otros son el objeto bueno; el monitor y el grupo objetos malos y el mundo externo es ambivalente
posición depresiva: el objeto bueno y el malo se ligan al núcleo psicótico del individuo y al mundo externo que ha construido
Las modalidades de la resistencia se manifiestan, clínicamente, a través de las posiciones persecutorias y depresivas, que provocan, a su vez, la defensa maníaca y los procesos de reparación
Transferencia central
el terapeuta representa al padre, los miembros
del grupo a los hermanos y el grupo en su conjunto a la madre
se despierta en su inconsciente la representación de los padres todopoderosos de la infancia, protectores y temibles, que se proyectan en el terapeuta
Si el terapeuta disfruta el ser investido con estos
poderes, refuerza en el paciente el rol del niño sometido
procesos de identificación que unen a los
miembros en una fantasía compartida
La relación con el terapeuta propicia la formación del grupo porque funciona
b) como objeto de los impulsos libidinales o agresivos de los miembros del grupo
c) como medio para obtener la resolución de los conflictos internos
a) como objeto de identificación ubicado en el lugar del ideal del yo (como en el modelo de Freud) o porque despierta temor como posible agresor
El terapeuta frustra las necesidades de dependencia de los miembros, que se unen contra él en la rebelión y desafío, unión que facilita la expresión de deseos libidinales y agresivos prohibidos
Desconfianza al terapeuta, se malentienden sus motivaciones, se le trata como si fuera el enemigo
transferencia negativa
los miembros también compiten entre sí por el dominio y liderazgo del grupo
Cuando los pacientes sólo hablan entre sí y excluyen al terapeuta, indican que ellos son los objetos buenos
La resistencia de transferencia negativa puede manifestarse como desconfianza persecutoria contra el grupo, la técnica y el encuadre en general
Transferencia al grupo
El grupo funciona como buena madre a través de
dar una nueva vida
al miembro
confirmarlo como persona valiosa para el self grupal
narcisista
contenerlo (dentro del encuadre grupal)
aceptarlo en la
expresión de todas sus características y necesidades
El ambiente del grupo se vive como malo si la fantasmática común subyacente es la de los hijos que se entre-desgarran en el vientre de la madre
La transferencia al grupo de la figura materna es profundamente ambivalente
El grupo se instaura, a nivel inconsciente, como "grupo
madre"
El lado positivo de la ambivalencia genera una fantasía utópica
el grupo se experimenta como bueno cuando él y el monitor se
fantasean como seno ideal.
La agresividad entre los miembros amenaza la cohesión, la sobrevivencia del grupo, lo que despierta maniobras defensivas
idealización de la solidaridad y el amor recíproco en el interior del grupo
reforzamiento de tendencias homosexuales, que transforman en ternura la rivalidad agresiva entre los individuos del mismo sexo.
El grupo "madre mala" (preedípica, aterrorizante), reactiva temores narcisistas; se percibe como:
b) devorador (amenaza a sus miembros con la pérdida de la individualidad, llevándose sus méritos y posesiones)
c) carente de reciprocidad (así como la madre no necesita del niño para sobrevivir biológicamente, mientras el bebé depende de ella, los miembros pueden sentir que el grupo sobrevive sin ellos)
a) hiperdemandante (impone los valores del grupo sobre el individuo, sin dejarle la libertad de ser él mismo)
d) intrusivo (cuando el grupo inquiere sobre asuntos secretos, privados y trata de influir en ellos)
e) fanatiza (a través de la actitud paranoide del "nosotros-ellos", condena y expulsa a los herejes)
En los grupos de formación el grupo real se vive
a) como la imagen del
interior del cuerpo materno
Los pacientes defienden celosamente su autonomía con respecto al grupo madre, e inversamente se sienten cómodos en el pequeño grupo, como en el vientre de la madre y no quieren salir de él
b) La adquisición del simbolismo como apropiación del cuerpo de la madre y sublimación de la angustia de su pérdida
c) La rivalidad de los hijos en el vientre de la madre, destructora para ellos o para ella
d) Los fantasmas de la escena primaria y de los padres combinados, proyectada sobre el grupo de monitores
Las imágenes del grupo como madre mala aparecen con mayor claridad cuando predominan los conflictos orales y sado-masoquistas
Si prevalecen las preocupaciones genitales, las imágenes del grupo-madre mala se desplazan a fantasías de escena primaria, más o menos disfrazadas
La proyección del superyó materno sádico produce la vivencia del grupo, el terapeuta u otros miembros como madre abusiva
Las fantasías de escena primaria despiertan una ansiosa defensa, porque se experimentan como amenaza de destrucción del grupo
Los pacientes que usan al grupo como objeto transicional, renuncian a su
omnipotencia en cierta medida
el grupo puede representar
c) los "buenos padres", con particular referencia al padre defensor de la madre, personificado por el terapeuta. El "buen" grupo funciona como defensa contra el grupo (madre) "malo", engolfador y/o sádico.
El grupo heterosexual, edípico, no se equipara tan claramente con la madre preedípica
b) los "malos padres" en el papel de perseguidores, contra quienes hay que defender los valores del grupo
a) los "buenos padres" (en particular la madre), que simbolizan las normas e ideales del grupo
Transferencia lateral
Los miembros del grupo proyectan sus conflictos Ínter e intrasisté-micos sobre los otros, que aparecen como portadores del yo, del ello, del superyó
Cuando la pulsión es de una intensidad tal, que no existe representación equivalente en la experiencia de los compañeros, la escena interna carece de vía para descargar los afectos transferenciales.
Las técnicas psicodramáticas
pueden facilitar su evacuación
Los pacientes con pobre funcionamiento yoico,les es más fácil identificarse con sus pares que con el
terapeuta, al que transfieren figuras arcaicas aterrorizantes
La confianza en la aceptación de los pares permite que los sujetos tímidos, sometidos, masoquistas, conciliadores, temerosos ante su agresión
El grupo proporciona seguridad numérica y sirve como refugio, tanto para los pacientes como para el terapeuta
Cuando el paciente manifiesta verbal o preverbalmente el maltrato del cual se siente objeto (rechazo, crítica, ataque, devaluación) por parte de sus compañeros o del terapeuta, se produce una confrontación múltiple, que intenta rectificar la distorsión transferencial.
Los pacientes adoptan las conductas y respuestas que fueron más aceptadas
en su infancia.
pacientes pueden crear transferencias múltiples hacia varias personas en el grupo, con diversos significados simbólicos
La transferencia de
los miembros es transferencia de sus grupos internos en los de los demás
En el grupo,los sentimientos hacia personas importantes en las etapas tempranas de la vida se actúan, verbalizan, desplazan y proyectan sobre los compañeros
Transferencia al mundo externo
En ocasiones, el grupo externo se vive como un receptáculo contenedor, buena madre o, por el contrario, como la madre idealizada y demandante
Otras depositaciones sobre el grupo externo se trataron ya en relación con los cuatro objetos transferenciales en los grupos
La transferencia al afuera (exogrupo) puede tomar muchas formas.
Con frecuencia produce una proyección paranoide en términos de la escisión nosotros/ellos
El objeto transferencial "mundo externo", objeto malo, destructivo (ley tiránica, despedazamiento, muerte) presenta una relación recíproca con el mundo interno
El mundo exterior se utiliza para desplazar el temor a los objetos malos
Técnica del análisis transferencial
En general, mientras más se enfaticen los sentimientos hacia el terapeuta y más silencioso y analítico sea éste en sus comentarios, mayor es la frustración y más probabilidades hay de que la transferencia se vuelva regresiva.
algunos pacientes revelan poco sobre sí, lo que a veces se interpreta como cautela, pero puede corresponder a una pérdida del self
Para los terapeutas psicoanalíticos la herramienta fundamental para corregir las distorsiones transferenciales es la interpretación
La fijación de la transferencia en uno solo de los objetos grupales es resistencia
la ayuda del terapeuta cuando es necesaria, exploran, buscan el por qué y para qué de las actitudes defensivas de sus compañeros en las cuales encuentran su propio reflejo
Recordar es recuperar lo disociado por el
conflicto, con lo que se amplían los recursos yoicos
hay que aceptar estas manifestaciones y facilitar su expresión ayudando a los pacientes a vencer las resistencias que se oponen a su emergencia
puede experimentarse al terapeuta como cruel y frustrante, lo que lleva a los miembros masoquistas a someterse a él para obtener su amor
La deslealtad, rapidez y totalidad con que el paciente cambia su amor de una persona a otra, lo confronta con el carácter irracional y compulsivo de su conducta y evidencia la naturaleza transferencial de sus emociones.
El terapeuta primero y posteriormente los miembros también, definen e
interpretan los afectos transferidos
Examinan la conducta interaccional en el "aquí y ahora", descubren los mecanismos que utilizan para conservar el equilibrio y la forma en que cada miembro inviste a los demás con las cualidades de su familia de origen
Las intervenciones reduccionistas homologan lo terapéutico con el devela-miento del paralelismo entre presente y pasado
La interpretación permite
el paso de la transferencia a la experiencia emocional correctiva
discriminar tres aspectos de la transferencia:
a) contenido (naturaleza e intensidad de los sentimientos transferenciales)
b) el borramiento defensivo entre los sentimientos inaceptables presentes y pasados
c) el desplazamiento, al presente, de las imágenes parentales que evocan los
sentimientos inapropiados
el terapeuta cumple la función de
traducir los discursos manifiestos a sus significados latentes
contransferencia
El atractivo sexual de algunas pacientes puede hacer perder la neutra lidad al terapeuta varón, lo que origina rivalidad fraterna y sentimientos negativos por parte de otros pacientes hacia la "hija preferida”
El análisis insuficiente del terapeuta puede llevarlo a proyectar en sus pacientes, en distintos momentos, los objetos internos que les son similares por su físico, conducta o por el estilo y contenido de sus comunicaciones
El terapeuta narcisista establece metas definidas en grupos cuyo encuadre no es de tiempo limitado y objetivos focalizados
Slavson y Yalom
el terapeuta acepta contratransferencialmente el rol de padre bueno y el
grupo se estanca
El material de los pacientes puede despertar en el terapeuta fantasías hostiles o perversas hacia sus objetos internos, proyéctelos o no en los pacientes.
Si el terapeuta no ha resuelto su rivalidad edípica o su narcisismo patológico, se sentirá herido
Grinberg, L. (1957)
"una defensa contratransferencial"
Deja de ser él, para transformarse en lo
que el paciente necesita (yo, ello u otro objeto interno).
Contratransferencialmente intentará apaciguar, seducir o manipular las tensiones grupales e individuales en forma tal, que logra suprimir la hostilidad del grupo o la desvía hacia el miembro por quien se siente menos querido
la terapia se desliza en el seno de la ilusión
grupal
el grupo descarga sobre un chivo
expiatorio la rabia que corresponde al terapeuta
Ganzarain, R. y Buchele, B. (1989)
Los pacientes actúan roles múltiples y contradictorios (víctima-.favorita; rival-dependiente; padre-niño; experto sexual-ingenuo; perverso-inocente, y otros) que confunden a los terapeutas.
Si el terapeuta depende de sus pacientes para mostrarse exitoso en el afuera, interpretará como neuróticas sus fantasías creativas
Mullan, H. y Rosenbaum, M. (1962)
consideran la contratransferencia menor en los grupos que en la terapia individual porque el grupo observa las dificultades neuróticas del terapeuta y termina
confrontándolo con ellas
el terapeuta de grupo experimenta un crecimiento emocional continuo en sus grupos de larga duración pero no es posible compartir este optimismo, en general
La necesidad del terapeuta de ser querido por los pacientes puede surgir de conflictos entre dependencia y hostilidad.
Manejo técnico de la contratransferencia
se facilita si el terapeuta contempla los sentimientos, pensamientos y fantasías que le despierta el material de sus pacientes como posibles resonancias del significado latente de la comunicación
está en contacto con el contenido afectivo de la
sesión: angustia, temor, desconfianza
analizar lo que piensa y siente
puede ser que se desea asumir el papel de "buena
madre" porque así se triunfa
Tranquilizar al grupo ofreciendo que no se le maltratará, sí satisface estas necesidades, además de constituir una afirmación riesgosa
Si el terapeuta puede transformar sus pensamientos y sentimientos contratransferenciales en interpretaciones, devuelve elaboradas, digeridas, las emociones del grupo
"frustrar la necesidad de dependencia que ha aflorado en el grupo y establecer el principio de que su función no es satisfacer necesidades neuróticas."
explorar con el grupo si las reacciones del terapeuta responden a la transferencia, preguntando
será cierta la impresión que se
percibe de temor o desconfianza, en los miembros.
La respuesta del grupo reasegura al terapeuta de la objetividad de sus percepciones o lo refiere a revisar sus distorsiones.
la técnica del manejo de la contratransferencia implica identificar el sentimiento o fantasía que despierta la personalidad, conducta o material de los pacientes
Analizar si la respuesta emocional o mental corresponde al estímulo real que proporcionan los miembros del grupo
Cuando la contratransferencia impide comprender las ansiedades individuales y grupales se produce un clima antiterapéutico
el porcentaje de abandono de la terapia es alto y el terapeuta se "decepciona" de los pacientes y del método
la única solución
posible es la búsqueda de supervisión y/o análisis o reanálisis personal
el terapeuta se siente incapaz cuando
sus pacientes no mejoran; se resisten al tratamiento, o presentan actings
Slavson, S. R. (1953), Grotjahn, M. (1979) y Bach, G. R. (1979)
exponen una serie de conductas y actitudes del terapeuta que bloquean y vician el proceso terapéutico
Kaes, R. (1994)
consideración contratransferencias
previas al inicio del grupo terapéutico
No desea solamente conducirlo,
enseñarle, cuidarlo, sino tener en sus manos la vida del grupo
Reacción contratransferencial del terapeuta ante los estímulos de la entidad social "paciente", predeterminada por el rol social de "terapeuta", que puede confundir "seriedad profesional" con una actitud lejana
La observación por parte del grupo hace que las respuestas del terapeuta difieran de lo que sucede en
la situación individual.
La contratransferencia es más compleja y visible
O'Donnell (1977)
une las tres corrientes
a) La reacción del terapeuta a la transferencia del paciente
b) Sus reacciones sobre la base de su relación adecuada (transferencia cotidiana) con el paciente, que varía casi siempre
c) La ocasión
Laplanche, J. y Pontalis, J. B. (1968)
a) reducirla al máximo a través del análisis personal
b) Utilizar en forma controlada sus manifestaciones, como parte de la atención flotante
c) Guía de la interpretación como resonancia de inconsciente a inconsciente; para algunos, única comunicación auténticamente psicoanalítica
Grinherg, L.; Langer, M. y Rodrigué, E. (1957) y Ya-lom I. (1995)
el total de las actitudes y reacciones emocionales, conscientes e inconscientes que experimenta el terapeuta hacia los pacientes, si se maneja en forma adecuada, es un instrumento útilísimo para la captación y comprensión del material expuesto
actividad y respuestas emocionales inconscientes del terapeuta a las transferencias del paciente
Maldonado Mera Dafne Jasive
3PV53