En primer lugar, podríamos observar que entrevista no es precisamente un término afortunado, pues implica una formalidad que el etnógrafo trata de evitar. Prefiero llamarlas conversaciones o discusiones, lo que indica mejor un proceso libre, abierto, democrático, bidireccional e informal, y en le que los individuos pueden manifestarse tal como son, sin sentirse atados a papeles predeterminados.