En los últimos tiempos el universo de historiadores ha aumentado de una manera significativa, la historia nacional predominante en el siglo XIX comienza a perder protagonismo, con respecto a las nuevas maneras de construir la historia siendo estas la historia social, la historia de la mujer, la historia de ultramar, historia de las mentalidades etc. Estas nuevas formas de hacer historia centran sus esfuerzos para hacer una historia total, se apoyan en las diferentes ramas de las ciencias sociales como la geografía, antropología, sociología, economía, psicología, etc.
La historia no es solo una narración de hechos del pasado, sino también una explicación y memoria de hechos sociales que marcan el antes y el después de la historia. No importa en qué campo de investigación se dediquen los historiadores, son indispensables para la sociedad, porque con ellos podemos comprender el pasado humano y analizar el comportamiento humano desde el nacimiento de la sociedad. Creo que la nueva historia abre muchas puertas al conocimiento y la capacidad de ser una entidad clave en una sociedad volátil.
Los historiadores tienen el papel de generar nuevas cuestiones sobre el pasado, y elegir nuevos objetos de investigación, se dedican a analizar los acontecimientos ocurridos para de esta manera interpretarlos y dar respuestas a cuestiones actuales que en ocasiones resultan de tales sucesos o guardan alguna relación.
Finalmente, los historiadores están más dispuestos a experimentar y ver las cosas desde otras alternativas. Los nuevos acontecimientos han dado lugar a que la historia este más fragmentada que antes, como pudimos comprender, ahora los historiadores de la economía son capaces de hablar comprender, ahora los historiadores de la economía son capaces de hablar filósofos, y los historiadores sociales, los dialectos de sociólogos y antropólogos sociales.