Las mujeres luchaban por el pan para sus hijos, por la alfabetización, por el derecho al sufragio, al uso de armas, a participar en la milicia, etc. Su lugar era el ámbito privado; ser esposa y madre, pero no participaban en el ámbito publico. No tenían formación intelectual, no tenían derecho de tener propiedades y las mujeres casadas no tenían personería jurídica al separarse de sus esposos, es decir, no tenían la ciudadanía si estaban separadas de sus esposos, no podían exceder a la justicia, tener propiedad y escribir testamentos.