La sustentabilidad política, incorpora junto a las tradicionales concepciones de libertades políticas, los requerimientos de autodeterminación de los pueblos indígenas o de las comunidades locales o regionales en relación a poderes centralizados, y las reivindicaciones de equidad en la participación en el ámbito de los territorios, los géneros, las generaciones y las culturas, y también la coherencia entre los ámbitos publico y privado.
Esta dimensión política de la sustentabilidad permite asegurar el incremento de la profundización democrática, y por tanto niveles crecientes de gobernabilidad.