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Crisis Autoridad Docente, Nuestra Historia Reciente - Coggle Diagram
Crisis Autoridad Docente
María Paula Pierella
Autoridad y Educacion
La Autoridad
Doble Condicion
Componente de Fuerza o Imposicion
hacen que convivan en el mismo sentido de nocion de autoridad, convirtiendola en una cuestion compleja
Metafora de la Autoridad
Caracterizada por una exaltación en su vertiente autoritaria o por el desconocimiento de su IMPORTANCiA EN LAS RELACIONES SOCIALES Y GENERACIONALES
Aquel que remite a la Autorizacion (habilitacion para actuar de otro modo a partir de lo recibidio)
María Aleu
Horizontalización de las asimetrías
Decadencia de lo viejo
Exaltación de lo joven
Terreno escolar
Democratización de los vínculos pedagógicos
Aumento de la violencia escolar
Falta de autoridad de maestros y profesores
Discursos opuestos
Rechazo de todo tipo de autoridades
Búsqueda de restituir la autoridad
Perspectiva del estudiante
Investigación en escuelas medias de la Ciudad de Bs.As.
Reconocimiento de la autoridad de forma voluntaria
Autoridad
Relación entre personas que, en principio ponen como desiguales
Fenómeno social
Distinción entre sus miembros
Rasgos o cualidades particulares
Conocimiento asociado a hacer
Edad
Saber y experiencia
Personalidad
Segura, con confianza, carácter, carisma, serena. distante
Respeto
Reciprocidad
Necesidad del respeto y la confianza mutua
Exploraciones en torno a la autoridad
Reconicimiento
Profesores
Des-conocidos
Reconocidos
Forma de ser particular
Enseñar
Límites
No se puede o no se debe
Poder
Establecimiento de los límites
Desligan de la autoridad
Jerarquía
Nuestra Historia Reciente
Crisis de La Autoridad
En tiempos de crisis de la autoridad sostenida institucionalmente, adquieren fuerza los discursos que resaltan la importancia de hacerse a sí mismo
pensar y construir modos de convivencia en los que la autoridad no se piense como una figura omnipotente, ni como el logro personal de figuras carismáticas
sino como un ejercicio de habilitación del otro, como un lugar plural de asunción de responsabilidades sostenidas por instituciones en las que se pueda depositar confianza
el hombre como forjador de su propio destino, del individuo como único responsable de sus logros y fracasos
Francois Dubet
advierte que cuando la autoridad ya no apuntala el poder, este último no desaparece
tiene plenas oportunidades de ser reducido a un carisma personal agotador y aleatorio y, como todo trabajo sobre los otros
reposa sobre una dimensión de control social
En la Dictaadura
autoridad fue sinónimo de sumisión, de dominación, de jerarquías indisolubles, truncándose la posibilidad abierta en los primeros 70 de renovar los vínculos entre generaciones y de darle continuidad a una serie de experiencias pedagógicas novedosas
La dictadura aborta un proceso de cambio de normas, precisamente porque deteriora las nociones mismas de norma y de ley.
La figura del docente cae bajo sospecha
En paralelo al proceso de desautorización de la escuela pública y del docente como su principal representante, se promovía un trabajo de “revitalización” de la “autoridad”
En la Democracia
80S
La compleja tarea de democratizar la educación erradicando los “vestigios del autoritarismo” colocó a la “autoridad” en el lugar de aquello que había que eliminar.
un creciente proceso empobrecimiento de la población, se hace cada vez más evidente -en el plano de las políticas educativas y las teorizaciones pedagógicas- la necesidad de democratizar las prácticas escolares, con un énfasis importante en la cuestión de los vínculos entre docentes, alumnas y alumnos
Figuras como las del mediador o facilitador del aprendizaje comienzan a imponerse, desplazando incluso la noción de “maestro” como aquel que sabe más y por eso lo transmite
90S
signada por un proceso de deterioro material y simbólico de lo público y de banalización de las figuras de autoridad, en el marco de políticas descentralizadoras, desregularizadoras y privatizadoras de los servicios sociales
la culpabilización de quienes en la cotidianidad deben llevar adelante los cambios.
Sin condiciones materiales que apuntalen las figuras de los educadores ni la confianza en su palabra, no hay autoridad que se sostenga
pensarse a la autoridad en términos individuales, como un atributo que poseen o no algunas personas, dejando de considerar la relación del individuo con la institución
esa individualización de culpar o a glorificar a personas de carne y hueso o a responsabilizar a instituciones, en particular por el logro de objetivos que debieran ser colectivos- como producto de un fuerte proceso de deterioro institucion
Paúl Ricoeur, la “autoridad enunciativa”, la del discurso como fuente del poder simbólico, no puede pensar se independientemente de la “autoridad institucional” Ambas se encuentran estrechamente relaciona