El profesor Gregory Okin, de la Universidad de California, estimó unas 64 millones de toneladas de CO2 al año debido a la alimentación de las mascotas, de tal forma que si los perros y gatos formaran una nación independiente se encontraría en la quinta posición de los países más contaminantes de todo el planeta, solo por debajo de países como Rusia, Brasil, Estados Unidos y China (Ecoavant, 2019).