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Los estilos de liderazgo y su influencia en la organización
En las organizaciones y núcleos de trabajo, el liderazgo toma un papel fundamental.
La existencia de la figura de un líder puede repercutir de manera positiva en las organizaciones, ya que otorga un plus a los equipos que se sienten respaldados y bien entendidos por una figura superior en rango, que se preocupa por el bienestar de los empleados.
Un líder debe encontrar la manera más fácil de lograr los objetivos.
Su concepto ha generado gran cantidad de debates dentro de la literatura científica y han sido muchos los autores que han analizado dicho concepto.
Durante la época de las dos guerras mundiales hubo una frase que tuvo cierta trascendencia, la cual consideraba que el liderazgo dependía básicamente de rasgos personales como la inteligencia, iniciativa, pasión o el valor.
Una definición que aclara la autoridad del liderazgo es su capacidad de influir en un grupo para alcanzar una visión o conjunto de metas.
Es un proceso altamente interactivo y compartido que implica el establecimiento de una dirección, visión y estrategias para llegar a una meta, alineando a su vez a las personas y motivándolas.
El estilo de liderazgo es la influencia interpersonal ejercida en una situación, dirigida a través del proceso de comunicación humana a la consecución de uno o diversos objetivos específicos.
El líder
autocrático
siempre se ha considerado como un tipo de persona inflexible hacia los criterios de sus seguidores, que se rige por sus propios argumentos y asume la responsabilidad en la toma de decisiones.
Este tipo de líder acude a remuneraciones o castigos dependiendo de las acciones realizadas por los propios seguidores.
El líder autocrático impone y espera el cumplimiento de sus órdenes por sus subordinados, suele ser dogmático y seguro.
Este tipo de líder toma las decisiones sobre las actividades y los trabajos, sin tomar en cuenta la opinión de sus subordinados.
Los líderes autoritarios se basan en su poder para obligar y sus habilidades para persuadir mientras que los líderes autocráticos resuelven los problemas o toman las decisiones por ellos mismos, usando la información que tienen disponible en el momento.
El líder con un estilo de liderazgo
democrático
tiende a ser más participativo y tiene muy en cuenta los puntos de vista de cada uno de sus subordinados.
Este tipo de líder fomenta que los empleados decidan y asuman responsabilidades en la toma de decisiones.
El líder se caracteriza por ser activo, consultivo y orientador, contrario al anterior.
El líder democrático tiene un claro sentido de responsabilidad y compromiso personal para satisfacer las necesidades de la organización que lidera.
Es un líder que comparte la toma de decisiones con otros miembros de la organización y, por tanto, está conectado con una alta moralidad en la mayoría de las situaciones.
Es un líder influyente en los subordinados, un estimulador para la consecución de proyectos, un buen guía, un apasionado de las consecuencias lógicas, un gran oyente y respetuoso con el trato hacia sus empleados.
El estilo
laissez-faire
destaca por ser un estilo apático a la hora de tomar decisiones, sustrayendo el cargo de responsabilidad y cediéndolo a su vez a sus subordinados, sin ayuda, motivación ni control de las actividades que realizan sus seguidores.
Este líder no es capaz de resolver los conflictos que surgen en la organización, ni dirigir hacia la consecución de los objetivos y metas marcados, no ofrece apoyo a sus seguidores, elude cualquier cuestión que requiera de la experiencia y la responsabilidad del cargo de un directivo.
Su desempeño y perseverancia es ineficiente, lo que lo hace ser más pasivo y desinteresado que cualquier otro tipo de líder.
Se trata de una persona inactiva, que evita la toma de decisiones y la supervisión y procura no involucrarse en el trabajo del grupo.
Es un líder que proporciona los materiales necesarios y deja hacer su trabajo a sus empleados como ellos consideren conveniente.
El estilo de liderazgo
transformacional
proporciona mejores resultados organizativos, a través del carisma, inspiración y búsqueda del interés de la organización.
Destaca su estilo para animar al personal trabajador, estimulándolo a conseguir los objetivos previstos y considerándolo como un individuo significativo en la organización y no como un mero instrumento de trabajo.
Presenta un gran número de ventajas, ya que el líder se convierte en un modelo a seguir, además se lleva a cabo una colaboración cooperativa en la que se desarrollan las habilidades socio-personales, aumentando la autoestima de ambos, líder y seguidores.
Su modo de dirigir la organización se apoya en las recompensas o castigos de los seguidores teniendo en cuenta su productividad.
Este modelo de liderazgo resulta funcional y efectivo en el contexto de empresas de corte tradicional, ya que éstas buscan líderes que planifiquen y generen estrategias que garanticen el cumplimiento estricto de los procesos que conduzcan a los resultados deseados.
Los estilos de liderazgos influyen en diferentes variables organizativas como la conflictividad laboral, el clima organizacional y el estrés laboral.
Para que fluya un clima participativo y abierto en la organización, obteniendo como resultado una alta productividad y una eficiente satisfacción de los empleados, debería ser conveniente que la entidad presente una administración que muestre grandes dotes de gestión.
Tanto el liderazgo transformacional como el democrático desarrollan un estilo de liderazgo basado generalmente en la participación de los empleados en la toma de decisiones.
El estrés es un estado de tensión que es producido por distintas situaciones que se dan en las empresas y en algunas ocasiones por las exigencias del trabajo.
La causa por la cual se origina el estrés laboral, es debido a que en algunas ocasiones los trabajadores pueden mostrar un cansancio emocional y apatía por el trabajo que realizan, lo cual explica que se sientan íntegramente incapacitados para conseguir sus metas.
Muchos trabajadores que sufren estrés laboral muestran múltiples quejas por cualquier acción que realizan, achacan sus fallos a sus compañeros o incluso llegan a abandonar su puesto de trabajo.
El comportamiento que tome un líder con respecto a sus subordinados puede provocar diversas tensiones, puesto que en ciertas ocasiones dicha conducta del líder conlleva finalmente a un nivel de estrés afectando al bienestar de la organización.
Los empleados que perciben que sus supervisores muestran un comportamiento abusivo y dañino, experimentan bajos niveles de satisfacción laboral, menores niveles de compromiso afectivo, mayor estrés psicológico y mayores niveles de conflicto trabajo-familia.
Los líderes que utilizan un estilo de liderazgo transformacional o democrático, tienen capacidad para controlar el estrés laboral y favorecer la motivación de los trabajadores.
El conflicto es un enfrentamiento que se produce entre dos o más personas, las cuales tienen distintas inclinaciones que defienden con solidez y determinación.
En el momento que alguien impone su posición y vela porque sus intereses sean los beneficiados, hay posibilidades de que comience un conflicto laboral.
Un líder que resuelva con facilidad y simplicidad aquellas situaciones en las que se ocasionen conflictos de distinta índole dentro de la organización, entre varios individuos, será un líder eficaz.
Se han seleccionado dos empresas que desarrollan sus actividades en la comarca. A partir de este estudio se identificarán las diferencias y similitudes dentro de estos casos, englobando más allá de las impresiones iniciales para mostrar un mayor conocimiento del tema a analizar.
El liderazgo presume de su capacidad para influir en un grupo de personas y alcanzar un conjunto de metas.
El estilo de liderazgo democrático es una premisa que se sabe en los orígenes de la empresa, en la que se quiere hacer partícipe a los trabajadores en la toma de decisiones y de tomar responsabilidades del puesto al que pertenece. Es decir, es más favorable este estilo con una actitud positiva a la hora de desarrollar sus habilidades y así se sienta más reforzado para obtener mejores resultados.
Este estilo se aplica con mayor predominio en toda la organización, ya que al tratarse de una empresa pequeña se imprime el espíritu de realización de actividades de una sola manera, es decir, no es conveniente utilizar un estilo de liderazgo diferente.
Las organizaciones analizadas impulsan la buena sintonía entre todas las partes que componen la organización para el desarrollo de las actividades y por consiguiente para la consecución de objetivos.
El estilo democrático es significado de éxito en los casos de conflictos.
Los conflictos deben resolverse mediante diálogo. El diálogo permite a todos los trabajadores expresar sus sentimientos sin cortapisas. De esta manera es más sencillo empatizar con ellos y llegar de una manera más correcta a la resolución del problema.
Cada vez que surge un conflicto que pueda repercutir en el desarrollo de las actividades diarias de la empresa, se gestiona a través de una magnífica colaboración entre todos los miembros que componen el equipo de trabajo. El objetivo es resolver el problema desde su base y evitar que se alargue, llegando a una situación peor.
La adopción del estilo de liderazgo democrático podría simplificar el conflicto de un modo más sencillo y rápido que otro tipo de estilo de liderazgo, aunque esto siempre está condicionado a la magnitud del problema.
Para reducir el estrés que se puede generar en los trabajadores en situaciones conflictivas, ambas empresas intentan unificar a todo el equipo de trabajo a través del apoyo grupal.
El liderazgo democrático es la mejor opción para liberar de peso a los trabajadores y mantener un buen rendimiento a nivel de resultados.
En cuanto al compromiso del trabajador y la responsabilidad del directivo para dirigir a su equipo hacia el logro de los objetivos propuestos por la organización, se obtiene que la práctica de un estilo de liderazgo democrático puede incrementar el compromiso del trabajador en su puesto de trabajo e influir de esta forma en el crecimiento organizativo.
Un clima en el que reine el estilo democrático de liderazgo es un clima en el que se fomenta la motivación del trabajador y la clave para que exista este nivel de motivación viene dado por la solvencia del líder.
Es muy importante que la comunicación fluya, aunque recalcan el hecho de que no todo debe ser comunicado a sus empleados.
El liderazgo democrático influye en la consecución de los logros de los trabajadores.
La motivación es un factor claramente influyente en el desempeño de la empresa y en los resultados y el rendimiento individual de cada persona del equipo.