Para poder captar, interpretar y asimilar los estímulos, la percepción se vale de la atención definida como el filtro que aplica para captar solo los estímulos importantes o significativos. Así, puede atender a los factores internos (necesidades biológicas, procesos de subsistencia, intereses sociales) y a los factores externos (formas, texturas, colores, luces y más).
La atención puede ser sostenida o selectiva. Así, los estímulos familiares pasan a un segundo plano (no percibimos los aromas cotidianos del hogar, sino los nuevos y diferentes para detectar peligros y cambios).
Ante los estímulos desagradables disminuye la percepción y a los estímulos no significativos puede desaparecer (por ejemplo: cuando conducimos un coche, no prestamos atención a la vestimenta que hay en las vidrieras, sino al camino y al entorno). Fuente: https://www.caracteristicas.co/percepcion/#ixzz77JAG2St6