Debe iniciarse con una evaluación de la facies, determinar cambios en la simetría, malformaciones congénitas o infecciones. El cuello debe palparse bilateralmente para investigar el estado de los ganglios linfáticos, quistes u otras masas tumorales. Revisar la ATM, observando los movimientos de apertura y cierre de la boca, medir la apertura máxima, también se palpan los músculos de la masticación.