En el supermercado, se guía por el diseño de los productos, los colores y los olores. Por ejemplo, mirando productos en una góndola, una señora que estaba comprando pregunta sobre el jabón para el lavarropas automático que sea Baja Espuma, Marta inmediatamente lo identifica marcándolo con el dedo, y señalando el logo de burbujas que lo identifica como baja espuma; etc.